Relojes

Salón de Ginebra: relojes de la A a la Z (VI)

Tres maestros de la singularidad: entre la nostalgia del pasado y de los agujeros negros

El modelo Galet Micro Rotor Montre École (reloj escuela, literalmente) de Laurent Ferrier lleva el nombre de la pieza que los jóvenes relojeros crean completamente con sus manos antes de ser diplomados. El de Laurent Ferrier fue redondo –como el de la inmensa mayoría- pero hoy, 40 años después, el relojero ha descartado esta forma para adoptar la famosa caja Galet con cristales de zafiro combados; detalle con el que rinde tributo a los relojes de bolsillo que se convirtieron en relojes de pulsera y que tenían esta forma por ambos lados. En caja de oro rojo, blanco o acero de 40 milímetros.

MCT Watches ha diseñado junto al escultor británico Anish Kapoor el modelo Sequential One –S110 Evo Vantablack, el primer reloj que emplea el material más negro fabricado por el hombre, el Vantablack, reservado hasta ahora a la industria militar y aeroespacial. Se trata de un compuesto de nanotubos de carbono, de un grosor de una millonésima de milímetro cada uno, capaces de absorber el 99,965 por ciento de la luz que recibe. Sobre semejante oscuridad, el movimiento está como suspendido en el vacío, mientras que su pequeña luna aparece y desaparece misteriosamente en su rotación alrededor de la esfera. Serie limitada a 10 ejemplares.

Hautlence se inicia en la hasta ahora poco transitada Edad del bronce con Vortex Bronze. El icono de la firma, que ha seguido sus evoluciones en torno al titanio, el oro rojo e incluso las vidrieras tridimensionales, vive su cuarta reencarnación en esta aleación de cobre y estaño que se singulariza por su carácter vivo, ya que va adquiriendo una pátina personal con el paso del tiempo. Editado en ocho ejemplares, el reloj ofrece las indicaciones de horas, minutos retrógrados e indicador de reserva de marcha (40 horas).