Relojes

Reverso. ¿Doctor Jekyll o Señor Hyde?

Aunque mucho menos terrorífico, el deporte del polo no deja de ser un actividad con un cierto grado de violencia y riesgos.

… era una actividad originariamente pensada como entrenamiento para las tropas de caballería en Asia que posteriormente fue popularizándose y extendiéndose desde Constantinopla hasta Japón a lo largo de la Edad Media.

Conocido como el “Juego de los Reyes”, sus modalidades en número de jugadores, duración de los partidos e incluso metas variaban de una región a otra. Semejantes características no podían dejar de atraer a los oficiales británicos establecidos en la India, y en 1862 se fundó el Club de Polo de Calcutta. Bien es cierto que era un deporte reservado a los oficiales de caballería, quienes formaban parte de las escasas élites que podían permitirse utilizar relojes de pulsera incluso a pesar de su popularización por los pilotos de avión de principios del siglo XX.

Pero jugar al polo y querer saber la hora a la vez era un capricho que debía salir caro y estar al alcance de pocos. En 1930, un comerciante suizo de la industria relojera se encontraba en la India asistiendo a un partido de polo cuando uno de los jugadores le retó para que inventara un reloj capaz de resistir el juego. Así empezaba el recorrido de una de las piezas de relojería más icónicas de todos los tiempos.

Meses más tarde, en la oficina de patentes de Paris, se registraba con el número 712.868 el diseño de un reloj capaz de deslizarse sobre su soporte y darse la vuelta sobre si mismo. Reloj de pulsera elegante por un lado, resistente a los golpes por el otro, fue bautizado por Jaeger-Le Coultre como “Reverso” y en 1931 se empezó a comercializar el reloj que podía darse la vuelta y resistir hasta el golpe de un mazo de madera durante un partido de Polo.

Hoy, ochenta y dos años después, seguimos pudiendo disfrutar de esta joya del Art Déco, como uno de los escasos relojes con forma rectangular que se han convertido en clásicos. Su frontal rectangular, sobrio y elegante, en blanco por supuesto, muestra simplemente las manecillas con forma de bastón para las horas y minutos (ambos calcados en negro). El dorso es liso, y permite que lo que se grabe sea visible. Quizás uno de los secretos para ser agradable a la vista es que la caja mantiene la proporción áurea. Su tamaño lo convierte en un reloj unisex, con una dimensión clásica y elegante, pero en cualquier caso una pequeña joya de denota el buen gusto y el saber de quien lo lleva.

Características:

Disponible en acero y oro, correas de aligátor, acero y oro. Movimiento mecánico manual, con reserva de marcha de 40 horas. Resistente a 3 atm.