Relojes

Primera boutique de Jaeger-LeCoultre en Nueva York

Es la primera flagship boutique de Jaeger-LeCoultre en la ciudad de los rascacielos y está en el número 701 de Madison Avenue.

Jaeger-LeCoultre tiene ya muchos hogares lejos de su Grande Maison, en Le Sentier, donde se levanta la primera manufactura del Valle del Joux (Suiza). Está presente en Ginebra, París, Shanghai, Londres, Moscú, Singapur y en Estados Unidos ya tiene boutiques en Beverly Hills, Boca Raton, Las Vegas, Costa Mesa, Palm Beach, Aventura y Miami Design District.

Los amigos de la marca, Sarah Gadon y Clive Owen, cortaron la cinta inaugural junto al CEO de Jaeger-LeCoultre, Daniel Riedo, y el presidente norteamericano de la firma,  Philippe Bonay.

La flagship boutique de Nueva York tiene 700 metros cuadrados y está ubicada en el corazón de Manhattan, el número 701 de Madison Avenue. En su interior se respira un lujo discreto, íntimo y refinado. Es un espacio cálido y luminoso donde la histórica firma suiza de relojes quiere dejar constancia de su pasado, presente y futuro.

Testimonio de su legado es la planta baja donde están representados los 1.249 calibres que Jaeger-LeCoultre, conocida como la Grande Maison, ha creado desde su fundación por Antoine LeCoultre en 1833. Están representados desde el mecanismo más pequeño del mundo, el calibre 101, hasta el más complicado creado por Jaeger-LeCoultre, con más de 1.400 componentes.

En un área circular, con forma de rotonda, están presentes todos los iconos relojeros de la firma suiza como son el Reverso, Rendez-Vous, Master, Geophysis, Duomètre y el Deep Sea, todos ellos ejemplo del espíritu pionero y creativo de la histórica firma.

No pueden faltar las grandes complicaciones, los relojes joya o los relojes en los que entran en juego los principales oficios artesanales que cultiva la Grande Maison como el esmaltado, el engaste o el grabado. Ocupa también un lugar de honor el Atmos.

Según Jaeger-LeCoultre, “más que una tienda, es un lugar hospitalario de encuentros y descubrimientos, gracias a su sala de estar destinada a los coleccionistas, devotos de la marca y para todos lo que quieran conocer y vivir una experiencia relojera auténtica”. El ambiente refinado y tranquilo invita a una inmersión en su historia pasada, presente con las últimas colecciones y a vislumbrar el futuro.

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