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Patek Philippe se queda en Ginebra

Patek Philippe proyecta invertir 450 millones de francos para construir un nuevo edificio en su fábrica de Ginebra.

Patek Philippe tiene previsto invertir 450 millones de francos suizos en la construcción de un nuevo edificio en su fábrica de Plan-les-Ouates, en Ginebra. Se trata de la única marca de relojes de lujo ginebrina independiente y de gestión familiar en manos de una sola familia desde hace 175 años.

Hace menos de un año Thierry Stern, presidente y consejero de la exclusiva compañía relojes, advertía que la empresa tendría que salir de la ciudad o ponerse a la venta, si su carga tributaria no se reducía.

Ahora la empresa familiar informa que proyecta construir un nuevo edificio en el lugar, lo que le permitirá satisfacer las necesidades de formación, intensificar la investigación en técnicas de relojería y restaurar modelos de relojes antiguos, indicó Patek Philippe en un comunicado. Patek Philippe señala que espera que la construcción del edificio de 50.000 metros cuadrados, finalice en 2018 y que les pueda servir para los próximos 20 a 30 años.

"Estamos muy contentos de fortalecer y sostener nuestro negocio a través de este gran proyecto, y poder reafirmar el compromiso de Patek Philippe en Ginebra. Así podemos garantizar el desarrollo y el futuro a largo plazo de nuestra empresa." aseguró el presidente de la compañía.

La inversión de Patek Philippe, da una noción de los niveles de cash con el que cuentan los relojeros suizos. Cie. Financière Richemont SA, propietaria de Cartier, informaba en el mes de septiembre que cuenta con 5.000 millones dólares, mientras que el Grupo Swatch AG dispone de 1.160 millones de francos.

El reloj de bolsillo 'Henry Graves Supercomplication' de Patek Philippe fabricado en 1925 y que se tardó cinco años en fabricar fue vendido en Sotheby’s Ginebra el pasado mes de noviembre por 21,3 millones de dólares, precio récord para un reloj en subasta.

En 1996 la compañía lanzó su emblemática campaña publicitaria internacional en la cual refleja la propia gestión de la marca, “Nunca un Patek Philippe es del todo suyo. Suyo es el placer de custodiarlo hasta la siguiente generación“.

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