Aunque resulte en cierto modo sorprendente, hemos tenido que esperar nada más y nada menos que catorce años (los que han transcurrido desde la fundación de esta manufactura) para poder disfrutar de una pieza de este tipo. No obstante, y visto el resultado, la espera ha merecido la pena. El Legacy Machine Flying T combina como pocos la alta relojería y la alta joyería.
Corrigiendo en cierto modo parte de la introducción anterior, el Legacy Machine T no es un reloj femenino sino un reloj con alma y esencia femeninas. Puede parecer que esta matización sea algo rebuscada, pero no lo es en absoluto. El Legacy Machine T no deriva de ninguna pieza anterior de la manufactura a la que se le haya reducido el diámetro para adaptarlo a las muñecas, en principio más esbeltas, de las féminas. Todo en él es nuevo. Desde la caja hasta el movimiento pasando por la esfera. Se trata de un guardatiempos que, desde las primeras fases de diseño y concepción, tenía muy claro cuál era su destino.
La caja del Legacy Machine Flying T es de oro blanco y luce un engaste completo integrado por un total de 120 diamantes de talla brillante. Su diámetro, excelentemente contenido, es de 38,5 mm, en tanto que su altura alcanza los 20 mm … pero hay trampa. En realidad, estos dos centímetros no corresponden al grosor de la caja sino a la altura registrada debido a la cúpula de zafiro que cubre la esfera del reloj. Una cúpula que debe permitir albergar la estructura vertical del movimiento con un tourbillon volante en su punto más alto. Esta columna, eje vertebral del reloj, sirve a su vez como punto de apoyo para la esfera que reposa sobre ella en un ángulo de 50º. Una esfera esmaltada en blanco con discretos puntos a modo de escala minutera y numerales romanos en negro en las posiciones horarias a las que apuntan la agujas serpentine pavonadas.
Tres son las versiones en las que este Legacy Machine Flying T se producirá inicialmente. La primera de ellas con el engaste ya comentado de 120 diamantes talla brillante en la caja y la platina principal, la que encontramos en la base de la cúpula de zafiro, lacada en color negro. Al engaste de la caja debemos sumarle 21 brillantes en la hebilla de la correa más uno de adicional en la parte superior de la jaula del tourbillon y, finalmente, 26 en las coronas (sí, hay dos). La segunda referencia sustituye el lacado en negro de la platina por un pavé de 390 diamantes talla brillante. Adicionalmente, la esfera cambia el negro por el blanco y las agujas son rodiadas en lugar de azuladas. Finalmente, la tercera y última de las versiones en las que este Legacy Machine Flying T estará disponible repite la configuración de la segunda, pero sustituyendo la talla brillante de los diamantes por la baguette con la siguiente distribución: 134 en la esfera, 124 en la caja, 12 en la hebilla y 24 en las coronas.
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