Relojes

Los gran reserva de Chopard

Chopard. Su gama más alta en relojes L.U.C. mantiene un estilo clásico combinándolo con las últimas innovaciones técnicas.

Érase una vez una casa relojera que hizo historia por su elegancia, precisión y diseño. Su fundador abrió en 1860 el primer taller en Sonviller, Suiza, en donde se especializó en cronómetros de bolsillo y, siglo y medio después, su joyería, relojería y accesorios se han convertido en verdaderos caprichos de lujo.

Hablamos por supuesto de Chopard. Su gama más alta en relojes L.U.C. -las iniciales de Louis-Ulysse Chopard– mantiene siempre un estilo clásico combinándolo con las últimas innovaciones técnicas. El L.U.C. XPS se ha convertido en un clásico con el paso de los años, por su sobriedad y su caja extra plana de 7,13 mm., cualidades que le valieron reconocimientos durante la edición de 2006 del Gran Premio de Relojería de Ginebra.

La firma ha presentado una nueva serie de tres piezas de este modelo con esferas en colores inéditos y correas a juego. Para brindar por su éxito –y también por el de aquel que tenga la suerte de lucirlo en su muñeca- los colores elegidos han sido el champagne, el coñac y el burdeos.

Todos tienen un fondo de cristal de zafiro que deja a la vista su movimiento y sus acabados artesanales, y se combinan con coronas de oro blanco o rosa de 18k. Las correas de piel de cocodrilo cosidas a mano, sus índices dorados y todos los pequeños detalles que lo completan dejan a la vista su excelencia.

En cuanto al estuche, es digno de la botella más preciada de cualquier bodega, de su gran tesoro, como lo es el L.U.C. para Chopard.