Las creaciones de esta firma fundada por la abogada parisina Virginie Dreyer tienen fuertes connotaciones espirituales. Cuando Virginie viajó a Bahréin, su vida cambió. Emprendió un viaje hacia la búsqueda de la pureza y la simplicidad y comenzó a explorar sus inquietudes creativas. Estudió Artes Gráficas y Diseño y bajo la influencia de la joyería artesanal de su país de adopción comenzó a crear sus propias joyas. En su proceso creativo ejerce también gran influencia el yoga, que Virginie Dreyer practica y enseña. En esta disciplina espiritual se inspiró para denominar a la firma, que se llama así por el Mantra Om y porque sus joyas imitan el canto sagrado, la vibración fundamental de todo el universo.
La colección Chakra es la más icónica de la firma. Se inspira en los siete chakras, en los siete centros de energía del cuerpo que están representados por 7 flores del loto y asociados a 7 colores, 7 piedras y 7 estados emocionales.
TinyOm reinterpreta en collares, anillos, pendientes, pulseras, pulseras-anillos, colgantes y tobilleras la flor del loto, la flor acuática que en Oriente representa la pureza espiritual.
La firma utiliza las piedras semipreciosas que están asociadas a cada chakra para que cada joya tenga una función protectora. El oro rosa y el blanco se mezclan con turmalinas (espiritualidad), amatistas (serenidad), iolita (comunicación), peridoto (amor), citrino (confianza), cornalina (creatividad) y granate (raíces) y cada gema y color está relacionada con su correspondiente flor de loto: Sahasrara, Ajna, Vishuddha, Anahata, Manipura, Svadisthana y Muladhara. Las piezas más exclusivas están realzadas con diamantes.
Las joyas TinyOm son fabricadas de forma artesanal en los talleres de la Casa Al Zain de Bahréin, joyería fundada en 1930 que es una de las más prestigiosas de Oriente Medio.
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