Relojes

Las horas de luz

Un reloj de aspecto deportivo y masculino, para nocturnos sin demasiados complejos.

Yo tuve una pequeña imagen fluorescente con la figura de una virgen. No me preguntes quién, ni cómo, ni por qué, pero el caso es que la tuve. Mi primera reacción tras el asombro fue correr a encerrarme en mi habitación, bajar las persianas, apagar la luz y meterme bajo la manta a ver el brillo verdoso de aquella figura en la oscuridad. Aquella figurita era como una aparición. Y ya.

Años después llené el techo de la habitación de una desordenada cantidad de estrellitas fluorescentes de muchos tamaños, sin ningún rigor astronómico, claro, de modo que cuando apagaba la luz por las noches y durante un largo rato podía observar en el techo mi propio sistema estelar.

La primera vez que le encontré utilidad a la fluorescencia fue con un reloj en el que lo eran el marcador de las 12 y las agujas que me permitían ver pasar el tiempo en las noches de larga oscuridad. Pero aquello era un añadido a la funcionalidad.

El Night Vision de TechnoMarine hace de esta utilidad el leit motiv de su diseño sin ninguna reserva. De 45mm, la caja es de acero en negro como el bisel, la esfera y la carcasa con todos los detalles en colores que se iluminan en la oscuridad gracias a un tratamiento suizo llamado Superluminova en blanco, verde, azul o naranja, además de la serie limitada en negro que habría que ver. Y para rematar la correa negra de silicona tiene la misma fluorescencia y color que los detalles en su interior. El resultado es un reloj de aspecto deportivo y masculino, para nocturnos sin demasiados complejos. Práctico, eso si.

Technomarine