La mejor inspiración de Bulgari es Bulgari. Solo tiene que mirar a su historia, a sus 130º años de excelencia y a su audacia creativa para constatar que siempre puede sorprender con nuevas versiones de sus obras más icónicas. Y uno de sus grandes iconos es Serpenti, la colección de joyas, relojes, bolsos… que se inspira en la serpiente, símbolo de sabiduría y perfección.
Este reptil enigmático ha dibujado sus formas en oro de todos los colores, cubierto sus escamas con diamantes, laca, madreperla…, se ha enroscado a la muñeca con una vuelta, con dos, e incluso tres, e hizo un pacto con el tiempo para permanecer siempre joven y seguir hipnotizando con su enigmática belleza y su feminidad irresistible –aunque también ha mantenido ocultas las horas bajo su cabecita en los relojes secretos-.
Desde los años 40, Serpenti ha reptado por las muñecas femeninas con glamour y desde entonces han sido muchas las versiones que Bulgari ha creado de la serpiente, pero ninguna como la que ha presentado este año en Basilea 2015. Por primera vez, la cabeza y la cola de Serpenti se cruzan. La cabeza de la serpiente se posa en la cola. Lo hace con glamour, como cabría esperar de una joya Bulgari. El nuevo diseño Serpenti es todo curvas y sensualidad.
El brazalete de los nuevos Serpenti está realizado a mano en oro rosa y blanco, pero su estructura es más ligera porque Bulgari lo ha liberado de su resorte interior y sus eslabones con forma de escamas de serpiente son así perfectamente ajustables. Serpenti es de nuevo una obra del arte de la orfebrería, de la fusión del arte relojero y joyero.
Bulgari ha creado dos relojes Serpenti con esta nueva forma, uno en oro rosa con diamantes que delimitan sus eslabones e ilustran las horas en los índices de su esfera lacada en negro; el segundo modelo es absolutamente sublime porque recubre completamente la piel y la cabeza de la serpiente con pavé de diamantes -174 diamantes en la caja y el brazalete y 144 engastan completamente la esfera-, una composición fastuosa ante la que caerían rendidas Cleopatra, a la que le encantaba cubrir su cuerpo con joyas con forma de serpiente, y Elisabeth Taylor, gran fan de Serpenti y de la última reina de Egipto. La actriz encargó en los años 60 a Bulgari un reloj Serpenti del que no se separó en el rodaje de la película “Cleopatra”.
Bulgari expresa el tiempo de su variación más inédita de Serpenti con un mecanismo suizo que marca las horas y los minutos.