The harmonious oscillator
Relojes

La alquimia del tiempo

El cantón de Jura, cuna y hogar de relojes únicos y de un modo único de hacer relojes...

El cantón de Jura es la cuna y hogar de relojes únicos y de un modo único de hacer relojes; refugio de artesanos de la relojería y de la alquimia del tiempo y el detalle, este rincón de Suiza alienta, entre su nieve y sus bosques, la búsqueda de la perfección en sus complejos relojes; el tiempo, el que marca Rudis Sylva con exactitud suiza, ha demostrado que no existe en el mundo mejor lugar que Jura en el continuo caminar hacia el mecanismo único y perfecto para medir el tiempo.

Hubo un tiempo en el que Franches-Montagnes era poco más que nieve, bosque y un castillo, hasta que en 1384 Imier de Ramstein cambia el sino de aquel distrito al  concederle una exención de impuestos, especialmente para la tala de árboles, y la región comenzó a poblarse; surgían granjas aquí y allí y la vida comenzaba a girar entorno a la tala de árboles, la ganadería y la agricultura. Y se vieron entonces los nuevos pobladores con tiempo entre sus manos porque la dureza del clima en el que se habían asentado los tenía horas y días al refugio del hogar.

No es el tiempo un bien para perderlo y el que no podía dedicarse al campo ni a la tala de árboles fue ocupándose en oficios artesanos; hilanderas, modistas, el trabajo en piedra o metal... y la relojería a partir del SXVII. En 1900 un tercio de la población activa son artesanos del tiempo en los relojes y en 1970 casi la mitad. Llegó el ferrocarril y tras él el turismo pero hoy, aun con esas nuevas vías de vida, permanece intacto, bajo el cuidado de Rudis Sylva, un modo único de hacer relojes, relojes a su vez únicos en sus detalles y bajo patente en su mecanismo.

The Harmonious Oscillator es reconocido por un gran número de maestros relojeros como la más importante invención desde el Tourbillon de Breguet en 1801 y es que, en una perfecta oda a la precisión suiza, The Harmonious Oscillator, utilizando un sistema de doble balance que se mantiene en tensión, logra abstraer el funcionamiento del reloj de la fuerza de la gravedad con lo que elimina el minuto que, en posición vertical, necesita un Tourbillon para ajustarse.

Rudis Sylva es sinónimo de precisión y artesanía, de trabajo realizado a mano con mimo y exquisito cuidado del detalle; sus relojes son de difícil ejecución tanto por la complejidad de su mecanismo como por cada detalle de su aspecto: junto a su harmonious oscillator, la autenticidad del biselado a mano, imposible de reproducir en su cuidado y perfección con ningún tipo de maquinaria; caja de titanio, más fuerte que el acero y extremadamente difícil de componer con sus 28 curvas hacia dentro; los grabados en los que se aprecia el trabajo artesano del cincel y, en la cara oculta del reloj, su esmaltado, trabajado con luz natural y cultivando la técnica tradicional.

Además, si sientes curiosidad por conocer el lugar donde nacen estos relojes y el modo en que se componen no tienes más que apuntarte a una heritage visit.

Rudis Sylva