La complicación repetición minutos hace una entrada triunfal en la colección Rendez-Vous de Jaeger-LeCoultre, los relojes más femeninos y sensuales de la manufactura relojera suiza del Valle del Joux. El modelo que acoge la sonora complicación se llama Rendez-Vous Ivy Minute Repeater y convoca la estética más encantadora con la técnica de la prestigiosa Grande Maison. Es la primera vez que la firma pone sonido al tiempo en un reloj femenino.
El sonido tiene en este reloj repetición minutos unos matices especiales porque es cálido, rico, suave y femenino. Jaeger-LeCoultre lo ha perfeccionado con dos nuevos martillos patentados que producen el efecto de altavoz y un regulador silencioso que reduce las perturbaciones sonoras del mecanismo. El calibre de carga automática ha sido creado específicamente para el primer reloj femenino con repetición de minutos del sello suizo para que pueda tener cabida en una caja de 39 mm de oro blanco con 548 diamantes.
Rendez-Vous Ivy Minute Repeater hace vibrar al mismo tiempo el corazón y el oído y recrea la vista con su atractiva esfera en la que Jaeger-LeCoultre deja hablar a la naturaleza para escribir el poema del tiempo. Ha inmortalizado el momento en el que la escarcha, tan frecuente en el Valle del Joux, cubre con su velo irisado una hiedra (ivy en inglés). La exposición tiene lugar en una esfera de oro blanco decorada con guilloché soleil cubierta con un manto de esmalte azul en la que la hiedra se enreda con disimulo con los números árabes en la intimidad de la noche con la Luna como único testigo. Para conseguir el color azul que reproduce el tono del cielo nocturno del Valle del Joux, el esmalte se ha cocido varias veces en un horno a temperaturas elevadas. El efecto luminoso que produce la escarcha sobre la hiedra, Jaeger-LeCoultre lo recrea con diamantes que han sido colocados con la técnica de engaste nieve inventada en sus talleres.