Hay novedades importantes en la manufactura Jaeger-LeCoultre pues este año eleva a categoría de colección un reloj que es una pieza importante de su patrimonio relojero. Se trata de Geophysis y pone así al alcance de más personas la precisión y la innovación que puso de manifiesto en el reloj del mismo nombre con el que participó en las exploraciones que tuvieron lugar en 1958 con motivo del Año Geofísico Internacional.
Antes de lanzar una mirada al pasado presentamos los dos nuevos relojes que forman parte de la nueva colección. Estos son los modelos Geophysic® True Second® y el Geophysic® Universal Time.
Para su nueva colección, Jaeger-LeCoultre ha creado dos nuevos calibres automáticos muy precisos, una cualidad que no podía faltar en un Geophysis. Hay que reseñar que los dos nuevos mecanismos son los primeros en integrar el nuevo volante de Jaeger-LeCoultre que no tiene la habitual forma circular–bautizado Gyrolab®-. Fue probado en laboratorio para equipar el reloj Extreme Lab 1, pero después de 8 años de trabajo de los ingenieros más cualificados ha abandonado el área de experimentación para marcar un tiempo realmente preciso.
Clásico entre los clásicos, el reloj Geophysic® True Second® está disponible con una caja de acero u oro rosa de 39,6 mm y su esfera plateada graneada es elegante, nítida y legible. Su discreción es su arma de seducción. Su mecanismo mide los segundos de forma acompasada con un salto en cada segundo gracias al segundero verdadero, un segundero que no es muy habitual en un reloj mecánico.
El modelo Geophysic® Universal Time pone las horas del mundo en la muñeca. El mapamundi que lleva dibujado en su esfera invita a explorar el mundo visualmente apreciando el realismo de su representación. Rodea la escenificación geográfica del mundo el disco con las 24 ciudades que representan los 24 husos horarios. Es muy fácil de utilizar porque cuando se ajuste por primera la hora universal no habrá que volver a realizar ninguna manipulación salvo cambiar la hora local, el destino de nuestro viaje.
La caja de este reloj es un poco mayor –mide 41,6 mm- y también se propone en acero y en oro rosa.
Y ahora es el momento de conocer la historia del este histórico reloj. El primer cronómetro Geophysic data de 1958. En ese año coincidían dos fechas importantes en el calendario: se celebraba el año Geofísico Internacional y Jaeger-LeCoultre cumplía 125 años.
La manufactura suiza del Valle del Joux puso su savoir-faire centenario al servicio de la comunidad científica que había programado importantes exploraciones para en el año jubilar llegar a las regiones inexploradas del planeta. Para estas misiones, en la que estaba prevista la exploración del Polo Norte, era necesario un reloj resistente a temperaturas extremas y a los campos magnéticos. Su aportación fue el cronómetro Geophysis.
El año pasado Jaeger-LeCoultre reeditó su cronómetro Geophysis que versionó con caja en acero, oro y platino de 38,5 mm en series limitadas.
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