Desde que el Gran Premio de Fórmula 1 comenzara su andadura en 1950 hasta nuestros días el gran reto de los constructores pasa por una minuciosa, creativa y innovadora ingeniería que mejore el rendimiento de las máquinas, la potencia, la velocidad, la aerodinámica. Un desafía similar al que se enfrenta cada año la casa Suiza de Haute Horlogerie IWC Shaffhausen. No es extraño que ésta haya encontrado un partner en la Fórmula 1 con el que comparte desafíos, el constructor Mercedes AMG Petronas.
Y el último desafío al que se ha enfrentado IWC es el de corregir la variación de la fuerza de accionamiento del resorte de cuerda de los movimientos de cuerda, el que se produce por la diferencia de tensión del resorte del principio a fin, para lo que un equipo de diseñadores, relojeros e ingenieros de la casa ha trabajado durante 10 años. El resultado es el Tourbillón de Fuerza Constante patentado por IWC Shaffhausen que ve la luz (literalmente) esta temporada 2013 en el Ingenieur Tourbillón Fuerza Constante (IW5900), que no se podía llamar de otro modo, toda una obra de ingeniería de precisión y de arte, de una espectacular belleza mecánica excepcional.
Con el mecanismo del tourbillón visible en la esfera bajo el segundero y parte del mecanismo visible también el la base de la caja bajo un cristal de zafiro, un visor de las fases de la luna doble, una por cada hemisferio, y cuenta atrás hasta la luna llena, indicación del estado de la reserva restante de las 96 horas, en una caja de 46 mm de diámetro y 14 mm de altura en platino y cerámica que se puede combinar con dos correas de piel y de piel de cocodrilo que encajan a la perfección con el fondo negro del dial y con el monogram de la I de Ingenieur de la colección. El Ingenieur Tourbillón Fuerza Constante, una obra de la ingeniería comparable sin duda a la de la fórmula uno, se convierte en uno de nuestros objetos de deseo también por su elegancia deportiva y su imponente aspecto.