El reloj joya Imperiale se reinventa cada dos años y lo hace viajando en el tiempo y el espacio, trasladándonos a momentos y lugares en los que la opulencia y el lujo resultan hoy evocadores y casi de cuento; con el Imperiale visitamos Bizancio y Oriente, también el imperio Inca y hoy nos trasladamos a la fastuosa Rusia de los zares para descubrir el símbolo por excelencia del poder imperial en Rusia: la corona de los zares.
La corona de los zares en la que se inspira Chopart para diseñar este espectacular reloj joya es la que se utilizó en la coronación de Catalina la Grande, una imponente pieza cuyo interior está recubierto de tercipoelo rojo y su exterior decorado con perlas y hasta 5000 diamantes; llevar el fasto y el exceso, además de la preciosidad, de aquella corona a un reloj joya no es cosa fácil pero hablamos de los equipo de alta relojería y alta joyería de Chopard, los único que podían elevar esa dificultad al rango de sueño hecho realidad con el Imperiale The Empress Watch propio de una zarina de Rusia.
Este espectacular y sorprendente reloj joya es también un reloj secreto porque cuenta con una tapa decorada con diamantes y perlas engastados y un rubí; una vez levantamos la tapa, descubrimos un reloj protagonizado, por encima de todo, por los diamantes que rodean su esfera y su caja de oro blanco; ¿y en cuanto al reloj en sí? este nuevo Imperiale esconde un movimiento automático desarrollado y decorado a mano en los talleres de Chopard en Fleurier.
Lo que podrás elegir será la correa: puede ser de tejido rojo drapeado o con el motivo Imperiale o de cuero o piel de aligátor también roja; la hebilla es de oro blanco de 18 quilates con la forma del motivo Imperiale y engastada de diamantes.
Este nuevo reloj joya de Chopard es una obra de arte y artesanía a partes iguales, la representación máxima de lo valioso del tiempo... tiempo como el que se tarda en realizar un reloj como éste: 46 horas.
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