En estos días además de muchas otras cosas algo que seguro que haremos es hacer regalos…y recibirlos…no se siempre se acierta con los regalos, pero si la economía lo permite una forma de asegurarse que el regalo va a gustar es regalar alguna de las cosas que son sinónimo de lujo.
Regalar un bolso icónico de la casa Louis Vuitton, es asegurarse regalar un clásico atemporal, ya que esta firma ha sabido mantenerse en una misma línea mediante la cual sus productos se asocian al lujo, la calidad y la elegancia sin pasar de moda, su Monogram fue revolucionario para su época, la firma tan particular y personal se transformó inmediatamente en un símbolo universal de modernidad en las manos de Georges Vuitton, siendo una de las primeras acciones de imagen de marca y una señal decisiva que anticipó la cultura global, y convirtiendose en la actualidad en un estandarte del lujo.
Un regalo más personal es uno de los relojes de Patek Philippe, un referente de la alta relojería desde hace casi dos siglos, y que sigue manteniéndose a la cabeza del sector. La mejor forma de definir a Patek Philippe es su propio slogan: “Nunca un Patek Philippe es del todo suyo. Suyo es el placer de custodiarlo hasta la siguiente generación”.
Y porque no regalar marcas de lujo españolas, como es el caso de Germain de Capuchine, una marca que nace en 1964 de la mano de Carmen Vidal, una mujer de extraordinario carácter emprendedor, que inicia en Alcoy la fabricación de sus fórmulas tradicionales, además este año la firma ha creado una exclusiva colección anti-edad para esta Navidad inspirada en la belleza y el lujo con estilo propio y sofisticado. Seductoras Joyas de Belleza presentadas en diferentes opciones de tratamientos anti-edad Timexpert , que se adaptan a la perfección a las necesidades de la piel.
O siguiendo con una firma de lujo española, podemos regalar cualquiera de las joyas Carrera y Carrera, un acierto seguro, reconocida como una de las 30 firmas de joyería más prestigiosas del mundo. Su estilo ha convertido esta marca en un en un icono del lujo y así lo atestiguan algunas de sus espectaculares creaciones.
Seguro que nos encantaría encontrar debajo del árbol de Navidad cualquiera de las piezas de esta pequeña selección de regalos, aunque no hay que olvidar que la felicidad no se compra con dinero.
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