Su tic-tac femenino tiene estilo y este año tiene el color de las “selvas del mar”, el color del coral. Omega ha incorporado este año a la familia Constellation Pluma una nueva versión que le recuerda a la marca “los idílicos día del verano”, días de sol y playa, de horas llenas de luz, de agua salada y de fondos oceánicos. Y de la rica paleta cromática, la firma de relojes suizos ha elegido para su nuevo modelo el del coral, el que poseen los arquitectos de los suelos marinos y el de las horas más sensuales cuando el sol comienza a descender e irradia su luz más cálida.
El color coral está muy de moda y no tiene intención de marcharse. Omega ha detectado esta tendencia y ha teñido la esfera nacarada del nuevo reloj Constellation Pluma con este pigmento.
La colección Constellation Pluma es la reedición moderna del reloj Constellation Manhattan de 1982. Relanzada en 2009, la línea conserva las características más icónicas de los relojes que toma como referencia, como las garras que se instalan a ambos lado de la caja y la estrella que brilla sobre las 6 horas. Pero también hay rasgos diferenciadores que le son propios y son la seña de identidad de esta línea femenina de Omega como es el diseño de su esfera con suaves grabados a modo de plumas. Es así como Omega Constellation Pluma reivindica su propia personalidad.
Omega juega con las horas, que en este modelo son representadas por 12 brillantes. El reloj tiene la caja de oro rojo con bisel tapizado por 32 diamantes talla brillante. Y de oro son también las agujas de los segundos, las horas y los minutos, estas últimas recubiertas con Superluminova para mayor visibilidad.
La caja parece prolongarse hacia el brazalete, de acero con barras de oro rojo que le añaden un toque de dulzura a las suaves y sensuales formas de este reloj femenino que tiene una garantía de años.
Omega abre una ventana en el fondo, cubierto con cristal convexo y resistente al rayado, para que se pueda admirar su movimiento mecánico.