Relojes

La historia tras el nuevo reloj Tissot Heritage Banana Edición Centenario

El nuevo Heritage de Tissot, un reloj con una interesante historia que cumple cien años. El Tissot Heritage Banana Edición Centenario.

La historia de este nuevo reloj Tissot Heritage Banana Edición Centenario tiene un contexto, el de la segunda década del siglo XX tan convulsa como creativa, tan dura como prolífica, y no se entiende sin ella fundamentalmente ligada a la del original.

1916. La Gran Guerra, la Primera Guerra Mundial, sacude a medio mundo. Einstein publica la Teoría General de la Relatividad, Freud comenzaba a escribir su Introducción al Psiscoanálisis, Woodrow Wilson se convierte en el 28º Presidente de Estados Unidos, muere Rasputín. Tras los dos primeros años de conflicto bélico Suiza logra mantenerse en un estado de neutralidad armada en medio de la contienda en la que participan, claro, las naciones que le rodean. En su capital, Zúrich, se daban cita espías, intelectuales, bolcheviques o artistas como Hugo Ball que aquel mismo año pondría en marcha el Cabaret Voltaire que engendraría el Dadaísmo. Y los relojeros suizos que sorteaban la escasez de materiales, de metales, de oro, para seguir con la producción.

En medio de esta sociedad batida y agitada, del conflicto bélico entre casi todas las naciones, Tissot fabrica uno de sus ya por entonces reconocidos relojes de pulsera, un  "tonneau" conocido como "el rectángulo largo", en oro de 14 quilates, y lo envía a Rusia, su principal mercado. Este sería el Banana que inspira el nuevo Tissot Heritage Banana Edición Centenario de la colección Heritage con los que la marca celebra los hitos de su historia desde 1885

1917. Mata Hari es detenida y ajusticiada en París, los ciudadanos de Puerto Rico se convierten en Estadounidenses tras la invasión Norteamericana el año anterior, la Virgen de Fátima se le aparece a tres niños pastores portugueses, Nicolás II de Rusia se ve obligado a abdicar tras la Revolución de Febrero, China y Estados Unidos entran en el conflicto bélico, Juan Ramón Jiménez publica Platero y yo, y John Ford estrena su primera película, The Tornado.

En agosto de aquel año el Tissot Banana vendido en Petrogrado regresa a los talleres de la casa en Le Locle, Suiza, para una reparación, en medio de las revueltas y la incertidumbre y malestar generalizado con un Gobierno provisional nacido de la Revolución de Febrero y dispuesto a mantener al país en la guerra a pesar de la hambruna que se sufría en todo el territorio ruso. Pero el 7 de noviembre los bolcheviques, azuzados por Lenin, detienen a todo el Gobierno de Kérenski en Petrogrado y comienza la Revolución de Octubre que echa al traste el viaje de vuelta de aquel Tissot Banana (hoy de un coleccionista). El reloj ya no volvería a Rusia ni sería entregado en la embajada británica de Petrogrado a Mr H. J. Bruce en la valija diplomática que requería el encargo.

Para conmemorar el centenario de este viaje de no retorno de aquel Banana, Tissot lanza los nuevos Tissot Heritage Banana Edición Centenario que mantienen el diseño original una elegante caja rectangular curvada que se ajusta a la muñeca confortable y suavemente -y que le da el nombre de "banana"- en la que destacan la ingeniosa disposición y tamaños de los números originales Art Nouveau para adaptarse al formato excepcional de su esfera. Con cinco variaciones diferentes, en acero, oro rosa y oro amarillo, con la esfera dorada, blanca o negra y con los números en negro, en color acero o en oro rosa, además de dos modelos de correas, una de auténtica piel de aligator. Dependiendo del modelo, su precio está entre los 395 euros y los 495 euros. Un precio interesante para un reloj con movimiento de cuarzo y cristal mineral, tan clásico como la interesante historia que lo acompaña.

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