Hamilton completa su colección de relojes RailRoad con dos nuevos modelos: un cronógrafo automático con taquímetro, RailRoad Auto Chrono, y un reloj automático con segundero, RailRoad Small Second.
Los RailRoad pertenecen a una familia muy amplia en la que Hamilton reúne todos los relojes que tienen vinculación con sus orígenes americanos. La colección se llama Timeless Classic y cada modelo tiene alguna particularidad especial que recuerda su pasado.
Con sus bordes redondeados, la caja de los relojes RailRoad rememora la de los primeros relojes de bolsillo que Hamilton creó para los ferrocarriles americanos con los que obtuvo el título de “Reloj de precisión ferroviaria”. Las cajas de los dos nuevos modelos son de acero, pero la del cronógrafo RailRoad Auto Chrono mide 44 mm y la del RailRoad Small Second es un poco más pequeña pues es de 42 mm. También tienen en común los colores de las esferas –disponibles en negra o en gris pizarra- y la ausencia de números que Hamilton reemplaza por alargados índices.
Del modelo RailRoad Auto Chrono cabe destacar la escala taquimétrica en forma de espiral pintada en color azul o marrón en las esferas en gris pizarra y en negro, respectivamente; en los dos casos destaca entre las indicaciones del cronógrafo.
El reloj RaildRoad Auto Chrono será siempre puntual porque está equipado con un movimiento automático, visible a través del cristal del fondo. Su precio recomendado es a partir de 1.495 €.
El espíritu americano y la precisión suiza de Hamilton están muy presentes también en el RailRoad Small Second que tiene el pequeño segundero descentrado frente a las 8 horas, llamativo por el minutero ferrocarril en marrón en el reloj con esfera negra y azul en la versión con el dial en gris pizarra.
Con un precio recomendado a partir de 995 €, su atractivo no es solo exterior puesto que su movimiento automático está decorado y su rotor resulta más atractivo con su diseño esqueleto.
A diferencia de los relojes de bolsillo, los RaildRoad llevan pulsera de piel pespunteada o brazalete de acero.
Hamilton puso en hora el ferrocarril americano a finales del siglo XIX. En esos años, la falta de precisión y los diferentes horarios que había en el país provocaban confusión y numerosos accidentes. La globalización, aunque todavía incipiente, y el desarrollo de los transportes exigían nuevas normas y una de las más importantes era la reorganización del caos horario que había en el planeta. La conferencia Internacional del Meridiano, celebrada en Washington en 1884, fijó el meridiano de Greenwich como referencia para ordenar el sistema horario mundial y dividió el mundo en 24 husos horarios. Y fue Hamilton la que puso el orden en los horarios de trenes americanos pues suministró relojes preciosos a las compañías ferroviarias. Fue la cronometradora del ferrocarril americano y se podría decir que sus relojes formaban parte del uniforme de sus trabajadores. Poco tiempo después, también los pasajeros comprobaban con su Hamilton que los trenes eran cada vez más puntuales.
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