Para una marca resulta muy complejo elegir la ciudad en la que abrir su primera flagship store. Es una declaración de intenciones y también un modelo a seguir para las próximas que lleguen. Se puede decir que en ella debe condensarse la esencia de la firma, sus principios, estética e imagen. Y todo ello en cuatro paredes por las que pasarán millones de clientes y curiosos, tanto asiáticos como europeos.
GRAHAM, la casa de relojes británica cuyo nombre hace honor al relojero e inventor londinense George Graham, ha elegido la ciudad de Hong Kong, en concreto los números 56-58 de la comercial calle Hollywood Road, para abrir su primera tienda. A este artesano nacido en 1673 nadie le hubiera dicho siglos atrás que su nombre iba a llegar a ocupar un lugar privilegiado en una de las capitales mundiales de las compras.
Nada más entrar en la tienda, llaman la atención las paredes blancas y plateadas de la tienda, que contrastan con las lámparas, muebles y accesorios coloridos de los años 50 y 60 que la decoran. Un espacio retro pero innovador al mismo tiempo, en el que se pueden admirar, ver y tocar todas las creaciones con las que año tras año nos sorprende la firma.
La sencillez reina en el espacio, para que todo el protagonismo se lo lleven los complejos diseños de sus relojes. Y, por supuesto, el gran retrato de George Graham que saluda a todos los clientes y les recuerda el origen de la firma. Elegantes, deportivos, técnicamente impecables y únicos. Así son los relojes de la firma y ahora ya tienen un lugar exclusivo para lucirse.
Aunque GRAHAM, por suerte para los amantes de sus piezas, prevé abrir cinco tiendas más en Estados Unidos, Reino Unido y los Emiratos Árabes en los próximos años.
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