El tiempo es, al cabo de los días, todo y nada porque por más que se empeñe en marcar el ritmo de nuestras vidas éstas no son más que lo que hacemos en ellas y el tiempo tan solo el momento de la historia en el que las cosas ocurren.
Claro que aunque el tiempo sea en sí mismo infinito, el nuestro lo sabemos con inicio y fin y conviene no perderlo de vista para no perderlo del todo ni tan siquiera un día. Puestos a vigilar al tiempo y sus avances, resulta encantador hacerlo en un reloj bello y cálido, uno que acoge tu mirada descubriendo en ella tu intención y te responde con la hora justa, la fecha y un brillo.
Esas sensaciones son las que transmiten los nuevos modelos de la línea Constellation de Omega: Constellation pluma. Tanto la versión en gris con esfera azulada como la beige y oro con esfera en nácar, inspiran su fondo y su forma en la volatilidad de una pluma, y también en su dulzura y su caricia.
Se trata de dos relojes de cuento y de ensueño en los que los números son diamantes engastados en oro, la esfera nácar, la caja acero, las tres la fecha y el calibre OMEGA 8520 Co-Axial.
El Constellation pluma luce serenidad en gris y calidez en blanco; y en ambos modelos, la belleza del tiempo en tu muñeca.