Relojes

El reloj más caro de la historia

19 millones de euros por el reloj que Patek Philippe creó para el banquero norteamericano Henry Graves; sigue siendo el reloj más caro de la historia.

El reloj Patek Philippe Henry Graves  ya ha encontrado dueño, aunque el nombre del comprador permanece en el anonimato. Sólo ha trascendido la astronómica suma que ha pagado por él: 19,3 millones de euros, casi 7 millones más que la cifra estimada por la Casa de Subastas Sotheby’s, por lo que continúa siendo el reloj más caro de la historia.

Mucho más que un reloj, el Patek Philippe Henry Graves, "es un icono del siglo XX, una obra maestra que trasciende los límites de la relojería y se ha ganado su lugar entre las grandes obras de arte del mundo del arte”. Así de contundentes se mostraron los  responsables de la División de Relojes de Sotheby’s, Daryn Schnipper y Tim Bourne, tras reñida subasta.

Por segunda vez en su historia, el Henry Graves es el reloj más caro de todos los tiempos. En diciembre de 1999, en la subasta organizada por Sotheby’s en Nueva York, el emir de Qatar Sheikh Ali Al-Thani pagó por él  8,52 millones de euros y se lo arrebató al presidente de Patek Philippe que quería adquirirlo para el museo de la marca. El nombre del comprador no se conoció hasta 2012, cuando salieron a la luz sus deudas con la casa de subastas Sotheby’s y tuvo que devolver el reloj a la casa de subastas.

En 1928, Henry Graves desafió a Patek Philippe para que le creara el reloj más complicado del mundo. En 1933, la firma  le entregó al banquero norteamericano un reloj con 24 complicaciones - funciones adicionales a las horas, minutos y segundos -que pesaba casi medio kilo y tiene más de 900 componentes. El reloj más caro de la historia tiene representada la carta celeste nocturna de Nueva York, muestra la hora sideral, la ecuación horaria, la salida y puesta de sol en la misma ciudad, las fases y el movimiento angular de la Luna e incorpora despertador, gran y pequeña sonería con carrillón de cuatro timbres, un cronógrafo ratrapante con indicadores de 12 horas y 30 minutos y otros dos indicadores para la reserva de marcha.

Ahora la duda es si el presidente de Patek Philippe es el anónimo comprador y si el reloj más complicado creado por manos  humanas y más caro de la historia podrá ser disfrutado por todos los visitantes del museo de la prestigiosa firma ginebrina.