Hace algo más de 180 años se fundaba en una localidad suiza del cantón de Berna una de las casas relojeras más prestigiosas del mundo: Longines. Desde entonces la firma ha sabido como pocas mezclar tradición, elegancia y rendimiento en todas sus piezas. Más allá de su emblemático reloj de arena alado, la marca ha cosechado otros éxitos, asociados en parte al mundo del deporte, donde cuenta con una reputada imagen gracias, entre otras cosas, a su presencia en campeonatos mundiales como cronometrador oficial.
Hoy Longines presenta un reloj endiabladamente femenino, en el que acero, cerámica y diamantes se conjugan con acierto, dando como resultado una sofisticada y atemporal pieza de color negro. El Longines Conquest destaca por la forma de su bisel, por su corona con cabujón y por los eslabones de su pulsera, todo realizado en cerámica. Su caja, de acero inoxidable, está engastada en diamantes 120 Top Wesselton VVS (0,532 quilates); así como los índices de su esfera azabache (0,044 quilates). Este reloj de cuarzo presenta una estética dinámica, lo cual junto a su elegancia innata, lo convierten en pieza de gran versatilidad.
La cerámica negra se alía con el diamante y el acero, elevando más si cabe las singularidades técnicas de este Longines Conquest, que nos hipnotiza sin esfuerzo, en un abrir y cerrar de ojos, negros, intensos, noctámbulos. Preciosismo clásico, amor a primera vista. Así es este Longines de los que hacen fondo de armario.
Su precio: 1.530 €.