Relojes

Con “C” de Cartier y de complicación

El Rotonde Gran Complicación es el reloj más complicado de Cartier.

Cartier ha elegido la colección Rotonde para que sea la expresión de su mayor complejidad técnica. El Rotonde Gran Complicación reúne tres de las complicaciones más prestigiosas de la Alta Relojería: calendario perpetuo, repetición minutos y un tourbillon volante. Su mecanismo de carga automática ultraplano, formado por 578 componentes, lleva grabado el Punzón de Ginebra. Cartier ha trabajado en el desarrollo de este reloj durante 5 años, 10 semanas más en realizar la decoración y el acabado de las piezas y otras 5 semanas en su ensamblaje.

La esfera calada y el mecanismo totalmente esqueletizado ofrecen una gran perspectiva del movimiento. Se pueden ver los timbres y martillos del repetición de minutos, la armadura de titanio del tourbillon volante, además de la decoración y acabados de los componentes del mecanismo. Las tres complicaciones están colocadas de forma armónica, pero además son fáciles de leer aunque no suele ser muy común pues los relojes esqueleto suelen presentar ese inconveniente. Los discos en los que el Rotonde Gran Complicación indica la fecha, los días de la semana y los meses tienen un contorno lo suficientemente ancho para ser visible. Además de legibles, las complicaciones del calendario perpetuo tienen en cuenta las posibles alteraciones que se producen a lo largo del año como la distinta duración de los meses, incluso el ciclo de los años bisiestos. El calendario es astronómico y anual y solo tendrá que ser ajustado cada 100 años.

Los relojes de Cartier se han basado en los estudios de las armónicas y tonalidades de la acústica en la creación del sonido claro y preciso del repetición de minutos de este reloj cuya caya de platino de 45 mm enriquece además las notas musicales. El mecanismo “todo o nada” que incorpora evita la activación parcial de la repetición de minutos e impide que indique una hora errónea.

En el reloj Rotonde Gran Complicación de Cartier hay voluntad relojera creativa y excelencia técnica, una ambición que Cartier mantendrá latente.