El tiempo, el que pasa, el que es de oro, no cambia. Sus horas, sus minutos y sus segundos son siempre los mismos. Pasan los días y ahí están las 12:00 con su mediodía, las 17:00 y su hora del té, y las 22:00 con la que comenzaba el estribillo de Sabina.
Y aunque el tiempo es el que es, y no hay más, la innovación siempre ha estado en cómo darlo. El reloj de cuco tuvo su aquel, cada vez que el pajarito se impulsaba a las en punto. Las manecillas con formas imposibles también se consideraron parte importante en la evolución de su diseño. Pero con la era tecnológica el salto ha sido cualitativo.
Hablamos de relojes digitales con numeración decimal y luces de fondo, estos fueron los primeros. Después llegó el uso de los leds y la lectura a través de códigos binarios, que a parte de ese punto visual “como venido del espacio”, había que añadir el reto de que te preguntaran la hora.
Y entonces apareció ZIIRO una marca que desde Hong Kong ha decidido revolucionar la forma de ver el tiempo: el de los minutos y los segundos. ¿Su método? A través del color.
Diseños minimalistas en silicona y acero, que permiten intercambiar correas, mientras en su esfera, sin agujas ni índice, círculos de color en evolución constante, nos indican el paso del tiempo.
Y como que el color te dé la hora, es algo tan inusual como bonito, es casi obligado un paseo por su site para empezar a experimentar estas sensaciones.
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