Joyas Rondes de Nuit.
Joyas

Chaumet rinde homenaje a la emperatriz Josefina

Con una colección de 45 piezas inspiradas en bocetos de la Belle Époque.

Josefina Bonaparte era delicada, agraciada, de largos y sedosos cabellos, un cutis envidiable y una mirada azul. Se movía con gracia y vestía con un gusto impecable. Fue creadora de tendencias de moda, pero además de la moda, la primera soberana del Primer Imperio francés tenía una pasión desmedida por las joyas y Chaumet era una de sus firmas de referencia, mucho antes incluso de convertirse en emperatriz.

La emperatriz Josefina Bonaparte inspiró a Marie-Etienne Nitot, el fundador de Chaumet en 1780. Fue su primer cliente “eminente”. Cuando la esposa de Napoleón Bonaparte se convirtió en emperatriz, Chaumet se convirtió en joyero oficial del Imperio.

Chaumet le dedica a su primera musa una completa colección de joyas y relojes. La colección Joséphine reúne 45 joyas magníficas con el refinado gusto que caracterizó siempre a la emperatriz Josefina Bonaparte. La esposa de Napoleón añadió un toque femenino a la geometría del estilo neoclásico imperante y lo adornó con arabescos, volutas y motivos florales. La racionalidad militar del Imperio se dulcificó con su sensualidad poética a base de curvas. El estilo Joséphine se dejaba llevar por la imaginación, el amor, la vida… A Josefina Bonaparte le fascinaban las joyas brillantes, pero especialmente si se adornaban con piedras raras.

La sensibilidad especial de la esposa de Napoleón Bonaparte se palpa en las joyas que Chaumet le dedica. La colección es femenina y se caracteriza por el arte tradicional lleno de matices que  Chaumet ha cultivado desde hace más de 230 años. Una vez más, Chaumet pone la tradición al servicio de la creatividad contemporánea.

La colección Joséphine nace de una historia ilustre, en concreto de unos dibujos de collares, colgantes, diademas y de adornos para la cabeza de la Belle Époque, realizados entre 1900 y 1915. Los motivos geométricos trazados sobre el papel, que encontraron la inspiración en la arquitectura clásica, se transforman en remolinos suaves y movimientos vivaces del presente como “si las joyas hubieran capturado la fugacidad del agua que fluye y parpadea en el aire”, explica Chaumet. Esta interpretación aérea e idealista ilustra uno de los fundamentos de la maison francesa, la aparente asociación de los contrarios: el matrimonio de la belleza y la fuerza y la delicadeza y la vivacidad que sugiere todo el encanto y sensibilidad de Josefina como mujer y emperatriz.

La colección Joséphine está estructurada en cuatro capítulos: Rondes de Nuit, Aigrette Impériale, Éclat Floral y Aube Printanière.

Las joyas Rondes de Nuit son las estrellas de la noche. Sus deslumbrantes piedras sumen en un hechizo maravilloso. Los anillos, pendientes, colgantes  y relojes joya  llaman la atención con su generosa luminosidad. El foco de atracción es un sublime diamante con forma de pera al que rinden pleitesía los diamantes talla baguette que con sus destellos, volúmenes y virtuosismo son la comparsa de su irresistible atractivo.

Todas y cada una de las joyas Aigrette Impériale añaden un toque de majestuosidad al jardín Joséphine. De nuevo una deslumbrante piedra en talla pera - ya sea un diamante, un zafiro azul o una mágica esmeralda- es el eje temático de pendientes, tiaras o sortijas dibujadas en oro o platino y tapizadas con luminosos diamantes.

La línea Éclat floral es un estallido floral tan chispeante y agradable como una promesa. Las joyas son una oda a la feminidad porque los anillos, alianzas, aretes, pulseras, tiaras y relojes joya son capaces de transformar cada ocasión en un momento excepcional. Zafiros rosas y azules, diamantes blancos y amarillos festejan junto al platino la sensibilidad y el gusto de la emperatriz Josefina.

El broche de oro y platino lo pone la serie Aube Printanière con joyas tan frescas y etéreas como las gotas del rocío. Zafiros, diamantes, rubíes y esmeraldas sucumben ante la artesanía y savoir-faire de Chaumet que esculpe sortijas, brazaletes, anillos y relojes joya con una gran gema en talla pera como directora de orquesta de los ramilletes florales más lujosos en los que se transforman sus joyas imperiales.