Relojes

Cartier y el torbellino de París

La Ciudad de la Luz y su bulliciosa vida inspira las nuevas joyas Paris Nouvelle Vague de Cartier.

Cartier nació en París y siente cada latido de la ciudad; conoce los secretos de su estilo, las musas que revolotean en su ambiente buscando al artista al que iluminar… Las diosas inspiradoras acompañan a Cartier en su paseo creativo mientras se empapa del torbellino de la vida parisina, busca su ritmo, se fija en la exquisitez de sus confiterías, en la arquitectura barroca de sus edificios, sus cúpulas doradas… para convertir cada momento evocador en una joya con la que sorprender a la mujer, ávida de nuevas alhajas maravillosas e impactantes y adicta al arte de Cartier, joyero de Reyes. Vuelve Paris Nouvelle Vague con su “pizca de locura” y sus códigos modernos.

Hay joyas de la colección Paris Nouvelle Vague para disfrutar del París diurno bañado con la luz del sol, pero también propuestas joyeras sorprendentes para vivir noches de seducción, extravagancia, misterio…

Para el día, Paris Nouvelle Vague propone sortijas tan grandes y tan redondas como las cúpulas que se elevan majestuosas en la Ciudad de la Luz o como “sorbetes de crisoprasas, de jade negro o de calcedonia en un cucurucho de oro gallonado”. También la dulce inspiración ha servido para recubrir de racimos confitados los colgantes y las sortijas lionesas con los cabujones de calcedonia, lapislázuli, aguamarina, turquesa y piedra lunar.

El Sena, sus puentes, los paseos por sus orillas… motivan a Cartier para encadenar los eslabones de sus joyas Paris Nouvelle Vague con amatistas, aguamarinas, turmalinas y espinelas y a llenar brazaletes con la vibrante modernidad que siempre ha abanderado con la  laca negra y los diamantes como hilos conductores.

El París más arquitectónico y monumental queda extraordinariamente plasmado en monumentales sortijas y brazaletes con su estructura calada, liviana y cautivadora.

Cartier guarda un secreto para que la mujer pueda gozar en la intimidad de detalles que solo para ella están reservados. Las joyas están bañadas con laca del color fetiche de la maison, el rojo, que imprime una sofisticación más íntima.

Por la noche, la mujer Cartier saca todas sus armas de seducción y en la colección Paris Nouvelle Vague encuentra chispas de ingenio y extravagancia. Las joyas tienen movimiento. Los collares se agitan, casi tiemblan; las sortijas y los pendientes se sienten libres para anudarse y enrollarse con las formas creativas del oro y los diamantes.

Las piedras vibran con frenesí, resplandecen con su propia luz. Zafiros amarillos y rosas, ópalos de fuego, espinelas rojas, esmeraldas, tsavoritas, diamantes y lapislázuli son las fuentes de luz con las que Cartier ilumina la belleza femenina en las veladas más parisinas, más Cartier.

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