Así se plantea el 2018 para la monarquía y la sociedad británica: el Príncipe Harry, hijo de Carlos y Diana, se casa con la actriz y modelo norteamericana Meghan Markle, a la que habrás adorado en Suits (Rachel), el 19 de mayo; a esta boda se le junta otra complicada, la de su prima Eugenia de York y su novio Jack Brooksbank en la misma capilla de St. George de Windsor, pero en otoño. Por el camino, la mayor de las nietas de la Reina Isabel II y del Duque de Edimburgo, hija de la Princesa Real Ana, Zara Phillips, dará a luz. Los windsor están de enhorabuena este año, esperemos. Y como con todo lo que acontece a la monarquía británica, toda la Commonwelth se une al jolgorio, a la inglesa, con esa cosa. Y Swatch también, esta vez con la colección de relojes Brit-in.
Y lo hace con ese estilo tan suyo, genial y divertido, que hubieran adorado Lewis Carroll, Alicia, el Sombrerero Loco, el lirón, el Gato de Cheshire y, como no, a la Liebre de Marzo. "- Y desde entonces (añadió el Sombrerero con una voz tristísima), el Tiempo cree que quise matarlo y no quiere hacer nada por mí. Ahora son siempre las seis de la tarde. Alicia comprendió de repente todo lo que allí ocurria. -¿Es ésta la razón de que haya tantos servicios de té encima de la mesa? - preguntó. -Sí, ésta es la razón - dijo el Sombrerero con un suspiro -. Siempre es la hora del té, y no tenemos tiempo de lavar la vajilla entre té y té."
Y es que la hora del té es uno de esos momentos culturales tan tan propios (de ellos) que las 5 es esa hora que en cualquier rincón del mundo se reconoce como "la hora" desde que en el XVIII la gran actividad de la British East India Company popularizara esta infusión en las islas británicas. Tanto como la famosa puntualidad, la puntualidad británica. Como aquel satírico "¡Ay Dios! ¡Ay Dios! ¡Voy a llegar tarde!" del Conejo Blanco al que mejor le hubiera ido con un Swatch o al menos habría vivido un poco más alegre y despreocupado y con otro estilo.
Dos modelos, en tonos pastel, el rosado Hight Tea con dibujos de tazas de porcelana, y el azulado Cursty, con perlas y corona y un tocado, una corona o un sombrero que añadir como trabillas, son los divertidos relojes de Swatch Brit-in, con un precio de 50 y 55 euros respectivamente, para esta primavera verano 2018, en medio de todas las celebraciones y festejos de los Windsor y de todo el Reino Unido.
"Swatch Save The Queen" dicen desde Swatch, con su característico ingenio y buen humor. Brit-in, ¿ya son las cinco?
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