Conceptos tan sencillos de exponer habitualmente como horas, minutos, esfera, caja, … se convierten en todo un reto. Que cada uno juzgue la veracidad de lo anterior después de haber visto la imagen de cabecera.
Para empezar, la caja renuncia a cualquiera de las formas conocidas para adoptar lo que Bovet bautiza como forma de atril. Aunque redonda en su vista de planta, el grosor varía de manera que es mayor en la posición de las 12 para alcanzar su menor cota a las 6. También el material, aunque visto con anterioridad en piezas de otras manufacturas, se desmarca de cualquier material de los más conocidos para tomar el zafiro como base con un fondo de titanio. Sus dimensiones son ciertamente contundentes con 48 mm de diámetro y 15,50 mm de espesor.
Con el calibre responsable del movimiento de este Récital 26 completamente a vistas, lo que cabría definir como la esfera, alberga las indicaciones de horas y minutos, con un pequeño segundero alojado en el tourbillon. A estas indicaciones básicas se unen una gran fecha en ventanilla circular a las 8 más un indicador de reserva de marcha digital, simétrico a la anterior, en una segunda ventanilla a las 4. Culmina el conjunto de indicaciones y la parte superior del reloj una indicación de fases lunares hemisférica.
El calibre al que hacíamos referencia en el párrafo anterior recibe la referencia 17DM04-SMP. Con un remonte de tipo manual, oscila a una frecuencia de 18.000 alternancias por hora entregando una impresionante reserva de marcha de 10 días. Este movimiento mecánico atesora, además, tres patentes. La primera de ellas consistente en un sistema de carga esférico, la segunda en su tren de engranajes tridimensional con engranaje múltiple (y es que el movimiento sigue la forma convexa de los elementos situados en la esfera) y, la tercera y última, localizada en el tourbillon volante de doble cara.
Habrá que estar atentos, ya que el término “Chapter One” al final del nombre de esta maravilla deja intuir que habrá un “Chapter Two”.