Como cada año, durante la feria de Baselworld hemos asistido al lanzamiento de una vorágine de modelos y referencias, la gran mayoría versiones y evoluciones de relojes ya conocidos. Si bien es cierto que cada vez cuesta más sorprenderme, entre ese tsunami he podido encontrar algunos guardatiempos que, además de gustarme, han llegado a emocionarme. Éste es el caso del Blancpain que hoy os presentamos, el Villeret Tourbillon Volant Heure Sautante Minute Retrograde, una excelsa y elegantísima reinterpretación del tourbillon volante de Blancpain, que se ofrece por primera vez en la firma junto a dos complicaciones mecánicas que personalmente me encantan: horas saltantes y minutos retrógrados.
Con un diseño que no asociaríamos a primera vista con Blancpain, su preciosa y clásica esfera de esmalte grand feu es absolutamente limpia, disponiendo de tres únicos puntos focales: la obertura del tourbillon, que ocupa la mitad superior, y la subesfera de minutos que incluye la ventana digital horaria, ubicadas en el hemisferio inferior.
Para el tourbillon volante, Blancpain ha eliminado el habitual puente superior, mientras que el inferior lo ha sustituido por un disco de zafiro transparente. Con ello consigue que la jaula del tourbillon, su volante y su escape parece que está flotando en el aire por encima de la rueda fija que está ligada al disco de zafiro.
Por su parte, la subesfera de minutos retrógrados muestra una simple escala chemin de fer de 240o junto a delicados numerales árabes cada diez segundos, y es en el cuadrante noroeste libre donde encontramos la ventana redonda de la hora saltante. Su funcionamiento es bien simple: la manecilla recorre la escala hasta que llega al minuto 60, momento en que retrocede automáticamente para señalar el primer minuto de la nueva hora que empieza, cuyo número habremos visto saltar instantáneamente en la ventana horaria digital.
La esfera grand feu se ha fabricado según el método tradicional del champlevé: los artesanos empiezan por esculpir la base de oro de la esfera tallando la materia para, a continuación, aplicar varias capas de esmalte con un pincel en estos sectores y posteriormente cocerlo en un horno a casi 800 grados. Se da el toque final a la esfera con realces de oro alrededor de la jaula del tourbillon y de la ventanilla de las horas. Finalmente, se integra el contador de minutos en la esfera confiriendo, así, profundidad a la pieza.
El movimiento 260MR también hace gala de esta atención a los detalles, con sus puentes adornados con decoración guilloché completamente realizada a mano. Gracias al cristal de zafiro que cierra la trasera también podremos consultar la reserva de marcha del reloj, la cual se indica mediante un disco también con decoración guilloché. Además del bello diseño de su decoración y acabados, este calibre destaca por su excelente reserva de marcha 140 horas, casi seis dias que tiene el valor añadido de soportar la exigencia energética que implica este complicado mecanismo de minuto retrógrado y hora saltante.
El nuevo Villeret Tourbillon Volant Heure Sautante Minute Retrograde (ref. 66260-3633-55B) está disponible en una caja de oro rojo de 42 mm con el tradicional bisel double pomme de la colección, pudiéndose elegir entre una pulsera de piel de aligator o un brazalete de oro con hebilla desplegable. También está disponible en platino en una edición limitada a 20 ejemplares.