Motos

Bell&Ross presenta su “concept‐bike” B‐Rocket

Sofisticación mecánica y la pureza estética.

El  11 de noviembre la marca relojera Bell&Ross,  presentó  B‐Rocket, el dúo moto- instrumento que  desafía una época. La presentación tuvo lugar en Makinostra, dealer oficial de Harley Davidson en Madrid, que  ejerció  de  anfitrión  y  acogió  en  su  tienda  el  “concept‐bike”  B Rocket  y  los  dos  relojes Cronógrafo BR01 y BR03 B‐Rocket, cuyos diseños están inspirados en la moto.

Del sueño de Bruno Belamich, director creativo del Bell&Ross, que quería crear una moto de carreras para recorrer las pistas del Salar de Bonneville (Utah, EEUU), nace la B-Rocket. Inspirándose en el diseño aeronáutico, Bell & Ross ha recurrido de nuevo a la Shaw Harley-Davidson para diseñar una concept-bike, con una silueta limpia y poderosa, que evoca la modernidad extrema de los años sesenta y los primeros aviones a reacción norteamericanos.

La B-Rocket es una concept-bike, con un look neo-retro, en cuya silueta se congregan los principios esenciales del diseño aeronáutico. Un singular estilo, con líneas aerodinámicas que evocan la aviación experimental de los años sesenta, las speed-bikes de Nevada y sus récords de velocidad en el lago salado de Bonneville. Un modelo que combina el rendimiento y la precisión, el diseño y la potencia.

Para optimizar la aerodinámica, los ingenieros de Shaw Harley-Davidson y los diseñadores de Bell & Ross, optaron por una posición baja de conducción para que la moto y el piloto sean como uno solo. Para la comodidad del piloto, fueron colocadas unas tiras de piel acolchada al centro del depósito y en las turbinas en las que se apoyan las rodillas. La parte delantera es cónica y semeja la de un avión con el fin de optimizar la toma de aire. Una franja negro mate atraviesa la pintura brillante para crear un efecto anti reflejante y una cristalera le permite al piloto ver su trayectoria. Dos alerones regulables, situados a la altura de la horquilla y diseñados como pequeñas alas, permiten aumentar o reducir el contacto con el suelo. Inspirada en una cabina de pilotaje, esta zona aerodinámica fue hecha a mano con más de 30 secciones diferentes de acero.

Las partes casi invisibles de plexiglás, que rodean la rueda trasera, permiten adivinar el piñón, la cadena y el estribo del freno. Las llantas le añaden un toque de ultra aerodinamismo y los embellecedores fijos, de aluminio pleno, disimulan los discos de freno de 10 pulgadas. Estos últimos son enfriados por impresionantes rejillas de latón que permiten que el aire caliente salga y refuerzan la impresión general de “flotación” y de velocidad controlada. La originalidad estilística y técnica de la B-Rocket también se refleja en sus dos impresionantes turbinas laterales, que recuerdan a dos reactores de jet y cuya misión es evacuar el aire rápidamente para alcanzar mayor velocidad. Por último, un tacómetro diseñado por Bell & Ross ha sido incorporado al carenado delantero, la cristalera y el tacómetro permiten combinar una excelente legibilidad con una visualización rápida de los datos relacionados con la velocidad

Siguiendo la trayectoria de la B-Rocket, Bell & Ross presenta dos relojes complementarios por sus funciones y su tamaño: El BR 01 y el BR 03 B-Rocket, con sus acabados sofisticados, se complementan para poner los códigos de la moto al alcance de la muñeca, el rojo, el negro, el acero y el cuero acolchado evocan el diseño y los detalles de la moto. Su caja de acero polisatinado, está motorizada con un movimiento mecánico de cuerda automática suizo, los contadores con un grabado azulado dan carácter a los acabados de calidad, realizados para cada modelo conforme a la gran tradición relojera. La esfera negra mate, cuyo grafismo recuerda a los cuentarrevoluciones de las motos y a los paneles de control de los automóviles y de los aviones, refuerza el contraste de colores. Los dos relojes se atavían con una pulsera de piel negra acolchada, con forro y secciones rojas, trabajada como el sillín de la B-Rocket. Fieles a las exigencias de fiabilidad, de resistencia y de legibilidad de los relojes Bell & Ross, son estancos a 100 metros, y están equipados con un cristal zafiro antirreflejos.

En definitiva un diseño sin concesiones, la gran resistencia de los componentes, sofisticación mecánica y la pureza en la estética, consiguen que Bell&Ross demuestre su dominio de la velocidad y de la potencia mecánica.

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