La última creación de la manufactura suiza de Longines es todo un homenaje a los diseños de corte clásico. Se trata del cronógrafo Twenty-Four Hours Single Push-Piece, un modelo que replica el diseño que la propia firma utilizó en uno de sus modelos de aviador de la década de los años 50 del siglo pasado. El resultado: una pieza única con un acabado perfecto y que enamora gracias a la sabía mezcla de elementos clásicos con detalles de última generación.
Se han mantenido algunas características del viejo modelo, como el diámetro de 47,50 milímetros o que el dial presente una escala de 24 horas, en vez de las 12 habituales. Eso sí, el dial se encuentra en una esfera interior, ya que la más externa se ha reservado a los minutos que, como no podía ser de otro modo, sí se han dividido en los 60 clásicos de cada hora.
Su caja de acero dispone de un fondo cerrado decorado con el reloj de arena, el logotipo de Longines desde que fuera creado en 1867. Eso sí, se acompaña de la numeración de cada una de las piezas que se van a crear de este nuevo cronógrafo.
Mientras que el modelo de los años 50 estaba provisto de un calibre concebido inicialmente para un reloj de bolsillo, adaptado luego a un reloj de pulsera, el nuevo Twenty-Four Hours Single Push-Piece Chronograph alberga el movimiento mecánico de carga automática L789.
Este nuevo calibre de cronógrafo de rueda de pilares, único de Longines, es una adaptación del movimiento monopulsador de la manufactura. Cuenta con un pequeño segundero a las 18 horas, así como una ventanilla de fecha en la parte inferior de la esfera, a las 12 horas. Se presenta con una correa de piel de cocodrilo en negro o en marrón, que se combina con el color de las esferas.
Su precio de venta es de 3.280 €.