En el 60 aniversario del primer modelo con alarma automática, Jaeger-LeCoultre decide lanzar una pieza que recuerda a un modelo de 1971 conocido como Memovox Snowdrop -“gota de nieve”- que es casi un calco, aunque actualizado y, a nuestro entender, mejorado. Un reloj que, con el tiempo, ha ido alertando a los hombres aventureros y deportistas, como lo afirmaba en los años 70 la publicidad del recién creado Concord, que exhibía este slogan: “Memovox, para el hombre de acción”.
Y es que la temática Vintage sigue imparable en el reino de Cronos y hoy nos encontramos con uno de sus más logrado ejemplos. Master Memovox Edición Boutique presenta un fondo grabado que luce la inscripción de la edición limitada a 500 piezas, una correa de algodón trenzado de color azul profundo con pespunte en azul claro y una caja de 40,5 mm. Pero el mayor atractivo de este nuevo modelo es sin duda su esfera: soleada azul en el interior y azul opalina en el exterior. Un juego de luces que se acentúa con la elipse trazada magistralmente en el realce.
Pero hagamos un poco de historia… La publicidad del año 1950 alababa las excelencias del primer reloj Memovox de Jaeger-LeCoultre con estas palabras: “El Memovox recuerda, advierte y despierta”, un icono de los relojes con alarma (Memovox, la voz de la memoria). Un sistema de sonería pensado para un reloj que en plena recuperación económica alertaba a los hombres de negocios para llegar puntuales a su cita.
Hoy, 76 años después, llega una reproducción de aquel modelo emblemático, que evolucionó de la cuerda manual originaria a la automática en 1956; versión mecánica que se ha prodigado en las piezas de acero y oro rosa (el material en el que mejor suena la sonería) de 2010, y en las más lejanas de 1958: el Memovox Worldtime (con 24 husos horarios) y el original Memovox Parking, que se encargaba de controlar el tiempo de estacionamiento, a los que le sucedieron el Memovox Deep Sea, el primer reloj de buceo equipado con alarma, el Memovox Polaris de 1952 y el Memovox Polaris II de 1971. A finales de los 90 llegaron Master Control Memovox y Master Grande Memovox, cuyas prestaciones técnicas estaban controladas por mil horas de pruebas. El culmen llegó en el año 2000, con el Master Grande Memovox Calibre 909-440/s, dotado de un calendario perpetuo con fases lunares y un timbre suspendido que remplazaba el habitual fondo de resonancia de los Memovox clásicos.
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