Maurice Lacroix es una marca joven, pero ha sacado mucho partido a cada uno de los 40 años de su existencia. Desde 1975 fabrica relojes según la tradición suiza, pero también ha jugado con las nuevas tecnologías; en cuanto al diseño, ha apostado tanto por los más clásicos como por los más rompedores.
La firma suiza ha creado un modelo especial para celebrar su 40º aniversario. En edición limitada a 40 relojes, ha reunido en el Masterpiece Gravity 40th todo su talento pues “incluye muchas de las características que se han convertido en sinónimo de Maurice Lacroix”. La marca se refiere a que el reloj es una mezcla de tradición e innovación porque a su mecanismo automático, manufacturado según las reglas tradicionales, le ha añadido la rueda del escape, el áncora y el platillo en silicio, un material que consume menos energía, es más preciso y no necesita lubricación periódica. El calibre está formado por 118 piezas pues Maurice Lacroix ha querido eliminar aquellos componentes que no son necesarios.
Masterpiece Gravity 40th muestra el tiempo en una esfera parcialmente esqueletada en la que comparten espacio las indicaciones descentradas de las horas, los minutos y los segundos con la técnica pues están expuestos tanto el puente, con acabado arenado para potenciar su modernidad, como el órgano regulador y el escape de silicio.
La innovación también los encontramos en la caja de 40 mm en powerlite®, un material robusto, duradero y ligero que ha sido ennegrecido.
Además del Masterpiece Gravity 40th, Maurice Lacroix ha lanzado dos versiones más de la colección. En edición limitada a 250 relojes, el Masterpiece Gravity Limited se caracteriza por su caja de powerlite y una esfera de estética más clásica con el disco horario en números romanos en negro y el puente decorado con Côtes de Genève de forma circular. Al mismo número de ejemplares está restringido el modelo con caja de PVD antracita con la esfera en laca negra con índices y puente ilustrado con Côtes de Genève con finas rayas verticales.