Cuando el 9 de noviembre de 1989 cayó el Muro de Berlín, Walter Lange vio la oportunidad de hacer renacer la leyenda de A.Lange & Söhne y ofrecer a las gentes de la pequeña localidad de Glashütte, en Sajonia, nuevas oportunidades como hizo su bisabuelo Ferdinand A.Lange 145 años antes. La empresa fue expropiada a la familia Lange después de la Segunda Guerra Mundial e integrada en un consorcio estatal. El nombre A.Lange & Söhne desapareció de las esferas de los relojes a partir de 1951 y de esta gran marca solo quedó la leyenda.
Pero Walter Lange no pudo olvidar, ni su patria ni su empresa. Huyó al oeste para escapar de los trabajos forzados en una mina de uranio y solo a partir de 1976 pudo albergar la esperanza del retorno a Glashütte. La caída del Muro de Berlín primero y la reunificación de las dos Alemanias después sentaron las bases para el resurgimiento de la primera firma de relojes germana. Por mi mente pasó de todo al mismo tiempo: euforia e incredulidad, satisfacción y perdón. Pero más tarde, cuando ya pude rescatar del olvido el glorioso nombre de A.Lange & Söhne, ocupar de nuevo los locales de nuestra empresa familiar y contemplar todo a mi alrededor, entonces sí que me invadió una profunda alegría”, recuerda.
El 7 de diciembre de 1990, Walter Lange fundó de nuevo la empresa y volvió a registrar el nombre A.Lange & Söhne. Fueron años difíciles como recuerda en el vídeo. No había nada, ni ninguna guía de cómo hacerlo, pero tenía la ilusión y el coraje necesarios y en cuatro años reconstruyó todo y nació el primer reloj con el que la historia de la firma sajona volvía a escribirse. Con el lanzamiento del Lange 1 renacía la leyenda de A.Lange & Sönhe. “
En menos de 20 años, A.Lange & Söhne ha desarrollado 51 calibres propios y entre sus mayores éxitos están el Lange 1 con el primer fechador descentrado en un reloj que está en producción de forma continuada, el mecanismo de Zero-Reset, un cronógrafo con doble ratrapante, un calibre con reserva de marcha de 31 días con escape de fuerza constante patentado, un mecanismo accionado por cadena y caracol... También es una de las pocas marcas que fabrica su propia espiral de volante.
A finales de septiembre fue inaugurado un nuevo edificio eficiente de 5.400 metros cuadrados con la tecnología más moderna para optimizar los procesos de producción y dar respuesta al crecimiento de la plantilla.
Durante este año, la firma celebra tanto el 25 aniversario de su renacimiento como el 200 aniversario del nacimiento de Ferdinand A.Lange, el fundador de la manufactura y el que puso la primera piedra de la relojería de precisión alemana.