El 150 aniversario de Zenith está llegando a su fin. Durante el 2015, la manufactura suiza ha viajado a su memoria y ha “rescatado” algunas de sus referencias más emocionales como el mecanismo Elite, calibre automático extraplano que la firma presentó en 1994. Fue el primer calibre que Zenith diseñó por ordenador y equipó tanto relojes propios como ajenos.
En su momento fue elegido “mejor movimiento del año”. Siendo uno de los más fiables del mercado, sin embargo se vio eclipsado por la fama del mítico mecanismo cronógrafo El Primero que equipaba los relojes deportivos de Zenith desde 1965. La manufactura ha revisado y actualizado este movimiento ultraplano para que sea más polivalente y aumente su rendimiento.
El Elite 6150 es más grande -30 mm- y tiene una reserva de marcha de 100 horas gracias a sus dos barriletes. La versión revisada tiene mayor diámetro, pero no mayor altura pues su movimiento sigue siendo extraplano. Sus 195 componentes no superan los 3,92 mm de altura. Es el primer paso de la evolución de un mecanismo al que Zenith quiere otorgar la importancia que merece y marca “la transición entre la gran historia y la herencia de Zenith y su visión futurista”.
Zenith ha introducido innovaciones técnicas y estéticas en el nuevo Elite y su posicionamiento está “más acorde con las exigencias actuales”. A partir de ahora, Elite estará más presente en las futuras creaciones de la manufactura suiza.
Y este mayor protagonismo comienza por prestarle su nombre a un reloj. Zenith lo lanza a la fama en el interior del reloj Elite 6150 con caja de acero de 42 mm –este tamaño es inédito en los relojes Zenith- y esfera plateada abombada con agujas finas y esbeltas. Conserva el clasicismo, la pureza y sobriedad de líneas y el gran potencial que tenían los primeros relojes de la colección.
El Elite 6150 nace con grandes aspiraciones. Quiere gestionar las horas, los minutos y los segundos presentes y futuros.
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