Lucir

Qué forma de tocar

Los sombreros y los tocados son al invierno lo que las sandalias al verano. Hay que usarlos para disfrutarlo.

Sara es pelirroja, de piel blanca y unos penetrantes ojos marrones. Y aunque es invierno, quizás por ese tono de su pelo, no renuncia al color. Labios rojos, vestido turquesa y una chaqueta entre blanco y verde agua la acompañan mientras pasea por las calles de Madrid.

Su melena tiene movimiento, y además la complementa. Porque esta estación es de sombreros, de abrigar y decorar la cabeza. Pamelas de fieltro, canotiers, boinas y tocados, la completan.

Porque los tocados han dejado de ser complementos para ocasiones especiales. Ahora ocupan el día a día y las tardes de cafés y paseos, sin importar el color o los materiales. Que aquí todo vale, desde el tul, a la rafia si medir los excesos.

Y así lo entienden desde Ojú illa, una firma de sombreros y tocados de alta costura que junto con los diseño de collares de Clavo Metal y las fotografías de Julio Fuentes de Photodrama Photography, han conseguido llenar de matices el gris invernal.