No se le ocurrió mejor plan para el sábado que visitar su museo preferido. Le encantaba la pintura impresionista y, años después de haberla descubierto, se seguía fascinando con la habilidad de todo un grupo de pintores para captar la luz y atraparla entre sus pinceladas. Se dejó llevar y sus pasos le fueron guiando inconscientemente a través de los pasillos, a través de los cuadros que más le habían marcado. Manet, Monet, Cézanne, Renoir, Guillaumin, Mimoki…
¿Mimoki? En qué estaría pensando… ¡Ah, sí! En el paseo que dio ayer. Sin saber cómo acabó en la calle Hermosilla, en el número 26, en el que un pequeño jardín apareció por arte de magia. Y en ese jardín, Mimoki, una tienda con tocados de ensueño, en la que vio una serie de ellos que parecían estar pintados por uno de sus célebres impresionistas.
Flores, brocados, tonos granates, verdes y fresas, diseños para llegar a los sentidos, para lucir y emocionar. Y entonces tuvo claro cuál era el plan para esa tarde. Le faltaba un cuadro por ver y este era el único que podía llevarse a casa, el de Mimoki. Esta marca artesanal alquila tocados por un precio de 45 a 70 euros y los realiza a medida desde 150 euros.
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