Lucir

Louis Vuitton y David Bowie en Venecia

Una nueva invitación a viajar de Louis Vuitton. Primero fue París, ahora Venecia...

Cuando la vimos elevarse sobre el Cour Carrée hacia el cielo de París desconocíamos su destino, también su pasado o su historia, tan solo sabíamos que huía del Louvre con un secreto en su Vuitton de mano...

Era Arizona Muse en la campaña de Louis Vuitton, la dejábamos en el aire así como quedaba para nosotros en suspenso su destino; por eso nos lanzamos sin miramiento alguno al siguiente capítulo de esta mágica historia para descubrir que Arizona viajaba por el aire y en el tiempo, que su destino era Venecia y su sofisticado carnaval... o no.

Camina por la plaza de San Marcos alejándose del globo en el que llegó con la misma decisión que se acercaba a él en París, se adentra en un palacio ¿el Ducal, quizá? la música la envuelve y nos atrapa al tiempo que nos sorprende Bowie al piano y todo un festival de máscaras venecianas... pero todo, salvo Arizona y el palacio, se diluye con la música en tan solo un instante, ella no parece sorprenderse al recoger nuevamente su Vuitton de mano -un Vivienne- del que sobresale una partitura, quizá la del I'd rather be high que Bowie acaba de interpretar para ella en sus sueños, ante nuestros ojos y en el capítulo dos de L’Invitation au voyage, la deliciosa campaña del más ilustre maletero francés que vimos comenzar en París y vemos ahora llegar a Vencia pero...

Pero no, Venecia no es el destino, quizá nunca lo fue, ha sido sólo una escala porque si en el capítulo uno dejábamos a Arizona rumbo al cielo, ahora la vemos alejarse rumbo al mar...

El fotógrafo David Sims y el director Romain Gavras son quienes crean el capítulo veneciado de la invitación a viajar que Vuitton estrenó en París y nos dejan con el alma en vilo imaginando ya el tercero... ¿cuál será el nuevo destino de Arizona?