Joyas

Valérie Messika y su pasión por los diamantes

Messika es una firma de alta joyería en la que los diamantes lo son todo.

Lo de Valérie con los diamantes fue un flechazo inevitable, una atracción tan irrefrenable como mutua; fue una pasión creada en su infancia que creció con ella hasta que ella la hizo joya. Dicen que un diamante es para siempre, también que son los mejores amigos de una mujer y algo de todo esto debió pasar por la imaginación de Valérie Messika porque ella sí, más que nadie, ha convertido a estas piedras preciosas en el centro de su existencia.

Y es que Valérie Messika creció entre cuentos de diamantes, entre las historias que su padre, comerciante de diamantes, le contaba acerca de estas piedras preciosas y ella no pudo hacer otra cosa más que seguir el brillo de los diamantes de aquellas historias aunque, para ello, no fue el camino de su padre el que eligió sino el suyo propio: el del diseño de joyas.

En 2005 nace Messika como firma de joyas y, desde entonces hasta ahora, múltiples colecciones avalan la maestría de Valérie tanto a la hora de elegir las piedras con la que va a trabajar, el propio trabajo sobre ellas, su creatividad en el diseño, su maestría en el engarce... y el bello resultado final, piezas a veces únicas y exclusivas y siempre elgantes, hipnóticas, subyugantes... diamantes.

Los diseños de Messika son una mezcla y equilibro perfecto de lo fastuoso de los diamantes y el minimalismo del diseño moderno: Valérie no renuncia al brillo y el exceso de un diamante por más clásico que éste pueda resultar como tampoco renuncia a engarzarlo en piezas que nada tienen que ver con los ostentosos anillos de otros tiempos; los suyos son diseños sencillos, sugerentes, bellos... de ahí que sus piezas, y aun a pesar del brillo de us piedras, luzcan cierto aire de funcionalidad.

Desde las piezas más sencillas a las más trabajosas y de joyería fina pasando por los enamorados pedidos de novias y novios, el brillo de los diamantes Messika deslumbra y encandila.