Las hay ostentosas y barrocas, grandiosas y lujosas, sencillas y tímidas, vintage y futuristas.
Las hay de mil maneras y mil colores, si bien este año ha sido para éstas, para las joyas bonitas que nos dejan prendados desde el primer segundo, para estas magníficas capaces de devolvernos a aquellos tiempos perdidos de grandes tesoros y cofres ocultos. Bienvenidos a nuestra particular isla del tesoro.
Verán diamantes eternos y relojes exclusivos, conocerán las tendencias que querremos ponernos el próximo invierno, suspirarán por las joyas de las grandes divas del celuloide de antaño, soñarán con los mundos naif dibujados sobre exquisitas piezas de artesanía. Pasen y admiren algunas de las bellezas más hipnóticas de este año que se va. Y nunca (nunca) dejen de fascinarse.