El tartán es un estampado con siglos de historia. Está hecho a base de un diseño geométrico con líneas de colores y tamaños variados. Pero a lo mejor te resulta más familiar si te digo que su apariencia final es parecida al famoso cuadro escocés que tanto vemos en camisas, americanas e incluso pantalones.
Tommy Hilfiger es una de las marcas que han seguido esta tendencia y desde hace varias temporadas ha incorporado este estampado a muchas de sus colecciones de ropa. De tal forma que el tartán se ha vinculado fuertemente a la firma y se ha convertido en una de sus señas de identidad.
Este invierno, Tommy Hilfiger Jewelry rescata el tartán y lo hace joya. Y lo hace en forma de unos originales brazaletes rígidos de acero esmaltados con diferentes versiones del estampado. La forma perfecta de llevar en tu muñeca una joya que representa el vínculo entre las influencias del pasado y las tendencias del presente. El cierre redondo lleva plasmadas las iniciales de la firma, como si se tratara de una pieza con historia familiar, una pieza de la familia Hilfiger. Tienen un precio de 99 euros.