... por guapa se tiene. Y es que dichos hay muchos, cientos, miles, quizás millones, que el mundo es muy grande. Pero cuando pienso en verde, este no falla. Dicen del verde que es un color difícil, que no a todos sienta bien, y sin embargo es un color que transmite sensaciones de bienestar. La esperanza la visten de verde, y sólo por eso es ya un color al que hay que tomarle el pulso.
Verde oliva, verde lima, verde agua, verde militar y otros tantos hasta llegar a nuestro verde esmeralda, el 17-5641 de Pantone, el color del año. Y aquí nos paramos, ponemos nuestros sentidos en modo enjoy y dejamos que Chopard haga el resto.
Porque a la firma suiza le gusta el verde. Muchas de sus piezas portan este mineral, probablemente de origen persa, que sumado a los diamantes, dan como resultado collares como este, de su colección de Alta Joyería. Una pequeña obra maestra elaborada en oro blanco, con 13 esmeraldas en forma de gota, 73 diamantes de corte princesa, y 830 brillantes.
Todo hecho a mano, con el esmero y la dedicación que se le presupone al artesano y a Caroline Scheufele, la directora creativa de la casa joyera, que desde 2007 nos deja disfrutar de este tipo de piezas únicas y de un concepto de joyería mucho más personalizado.
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Chopard High Jewelry
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