Si somos fieles a su historia, nuestro entrañable amigo (especie de ave de pequeñas alas) comienza su viaje a orillas del Índico, con las islas Mauricio como magnífico telón de fondo. Allí su historia se trunca en el siglo XVII, hasta que bien entrado el siglo XIX, Carroll le hace partícipe de su particular viaje al País de las Maravillas, capítulo 3.
Así que aún extinto, su historia continuó de novela en novela, hasta que en 1995 la consagrada Pomellato lo escoge como naming e imagen para su segunda firma de joyería. Una más joven y más comprometida con la protección de la naturaleza.
Es entonces cuando nuestra ave exótica se afinca en la península itálica, rodeada de otros animales que junto con ella adornan pulseras, colgantes y pendientes. Y desde allí comienzan a viajar por el mundo.
¿Su último destino? El 645 de Madison Avenue. La Gran Manzana le ha hecho un hueco en su apretada lista de tiendas, donde nuestro simpático DoDo campa a sus anchas entre la hierba del suelo, los mosaicos de cristal azul, y la asilvestrada pared de flores rosas que adornan la nueva tienda.
Ahora, y después de su paso por Londres, DoDo loves NY, y no le culpo, porque es una ciudad que enamora.