La vida es una fiesta y, como tal, merece una celebración por todo lo alto; sobre esa premisa Bulgari crea no solo una colección de alta joyería sino el marco perfecto en el que mostrarla, Italia, porque no hay lugar en el mundo en el que se celebre la vida como se celebra en Italia, especialmente en Vencia, en Verona, en Villa Sigurtà... toda una Festa.
El viaje de la alta joyería de Bulgari nos traslada a Italia, a Venecia, pero no hoy, no en el S.XXI sino que recorre las fiestas más suntuosas y exclusivas celebradas a lo largo y ancho del siglo pasado y nosotros nos dejamos llevar porque cuando el anfitrión es Bulgari sabemos que a belleza, el glamour, la elegancia y la sofisticación estarán de nuestro lado.
Dicen en Bulgari que esta celebración de la vida que ellos hacen tiene lugar en Villa Sigurtà, en Verona, un palacio magníficamente conservado que es hoy un lugar de ensueño para celebraciones únicas de inolvidables como la suya; claro que aquí lo que atrae nuestra atención sobre todo lo demás son las joyas, las modelos lucen también vestidos deliciosos pero en tonos discretos que se confunden en cierto modo con el fondo de las imágenes para dejar que sea el brillo de las joyas el que nos llame. Y vaya si lo hace...
La Festa de la vida de Bulgari es todo un alarde de belleza algunas de cuyas piezas conocíamos de antemano, reconocemos al bueno el regalo al colgado al cuello -un colgante de calcedonia (un tipo de cuarzo), oro y diamantes- o el magnífico zafiro, hecho también para colgar del cuello, que tanto nos recuerda al mítico collar que la última superviviente del Titanic tiraba por la borda en la mítica película de James Cameron; lo cierto es que el glamour del Titanic visita también Villa Sigurtà pero no para hundirse sino para brillar como nunca en un editorial de belleza incontestable.
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