Kate Moss y Anna Ewers presentan la primavera de David Yurman; Kate, como un eco del pasado que nada ni nadie puede silenciar y Anna, una nueva voz; juntas representan el pasado y el futuro unidos en un bello presente enjoyado por David Yurman, concretamente por su colección Châtelaine.
Topacios, turquesas y diamantes engarzados en oro o en plata, dan brillo y luz a una primavera a la que no le falta el color ni tan siquiera en su campaña, una campaña que es obra y arte de Mert & Marcus.
Lo de Yurman con la Moss es cuestión de admiración mutua y el resultado de ese idilio es siempre un alarde de belleza protagonizado a partes iguales por Kate Moss y ese pacto con el diablo que le permite lucir tan bella hoy como 10 años atrás, y las joyas de Yurman, propias de la creatividad de un diseñador único.
Anne Ewers se une a la ecuación, y no es la primera vez, para dar continuidad a las campañas de David Yurman, antes firmadas por Peter Lindbergh, ahora por Mert & Marcus y siempre con el arte por delante.