Hace exactamente 10 años, ni uno más ni uno menos, Kate Moss era por primera vez el rostro de las joyas de David Yurman; lo fue en múltiples ocasiones en los años siguientes hasta llegar al año que nos ocupa, 2014 y ¿qué mejor modo de celebrar el aniversario que con una nueva campaña?
Kate Moss es así, y un año más, el rostro que acompaña las nuevas propuestas de la célebre y celebrada firma neoyorquina. La modelo británica, en un blanco y negro terriblemente seductor y elegante, posa para Peter Lindbergh que se convierte así, como en tantas ocasiones en su larga e intensa trayectoria profesional, en el artífice de una campaña encantadora, seductora y bella.
Para celebrar bien el décimo aniversario de su idilio, David Yurman, no contento con una nueva campaña Kate Moss, nos muestra un delicioso collage en el que descubrimos el rostro y la expresión de la más afamada de las modelos británicas, desde el 2004 hasta 2014, momento en el que la Moss se marcha a las islas Turcas y Caicos enjoyada por Yurman para plantarse frente Peter Lindbergh y dejar sea su arte alemán el que marque el paso fotograma a fotograma.
De este modo David Yurman quiere asimilar sus joyas a la modelo que las muestra en lo que ella tiene de belleza sin par y casi de mito, un icono vivo de la moda. Y es que el joyero neoyorquino navega entre la clasicidad de las joyas eternas y la creatividad que debe mostrar siempre una colección de hoy en día; un equilibrio difícil que Yurman parece dominar a la perfección y así, pasados los años y las colecciones, las propuestas de la firma joyera americana de ayer se convierten en clásicos que dejan paso a las nuevas creaciones sin perder su encanto ni su actualidad, sus propuestas son... como la Moss.
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