Ina es limeña, joven, diseñadora y especialista en joyas. Berlín es su segundo hogar y Milán ese lugar en el que aprendió diseño y desarrolló su pasión por la belleza. Su marca, que tiene una vida de dos veranos y con este dos inviernos, lleva el sello del minimalismo y la enseña de menos es más.
Fue ella quien le quitó el cascabel al gato, en estos supuestos joyeros. Sus primeras colecciones pueden darte una pista, eso y que los candados también pueden abstraerse.
Sus conceptos creativos pasan por la disección, por la búsqueda de la esencia, por la lucidez metálica. Que es así como nos viene contando su campaña de invierno 2013, donde la magnífica y monocromática Franzi Mueller, deja el protagonismo a la luz dorada de las piezas que Ina introduce bajo un acertado Rock and Gold.
Pulseras, pendientes, cadenas, y collares conforman la colección para estos meses de frío. Rígidos, relevantes, porque detrás de su sencillez, se esconde ese don para no poder pasar sin advertirlos. Piezas lisas, rectas, o divididas en casetones flexibles, conforman su imaginario artístico de raíces alemanas, que da para mucho y bueno.
Y así desde Berlín, esa ciudad de natural transgresor y cuna de las tendencias que marcan Europa, Ina crea para lucir, diseña desde el profundo conocimiento del arte, y nos sorprende con esa sencillez fascinante.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6