Desde este mes y durante tres años, la prestigiosa empresa de joyería Harry Winston, colaborará estrechamente con la fundación americana dedicada a erradicar el SIDA, amfAR, fuandada en 1983 por la doctora Mathilde Krim y la actriz Elisabeth Taylor. En este tiempo, la empresa fundada en Nueva York en 1932, se compromete a fiananciar 27 galas de la fundación, organizadas por todo el mundo. Además, Harry Winston, Inc., colaborará en la financiación del programa Countdown to a Cure, iniciativa enmarcada en la investigación científica que se propone encontrar una cura al SIDA antes del año 2020.
Esta no es la primera vez que la casa da un paso al frente en temas sociales. Ya en el año 1958, el fundador, hijo de joyeros neoyorkinos procedentes de Ucrania, que revolucionó el mundo del diseño de joyas, cedió al Smithsonian Institute de Washington el famoso diamante Hope, una joya única por su valor, rareza y belleza, para que el mundo entero pudiera contemplarla. Así es como siete millones de visitantes al año pueden disfrutar de una de las joyas más celebres del mundo. Esta iniciativa fue el colofón del "Court of Jewels", una magnífica tournée que el fundador realizó por las principales ciudades de Estados Unidos entre 1949-1953 con el objetivo de acercar las joyas más bellas a todo el mundo, pero también para recaudar fondos para causas sociales.
Los herederos de Harry Winston, no han bajado el listón y mantienen el programa de educación Brilliant Futures con tres objetivos: acercar la joyería artística al pueblo, eliminar barreras a los jóvenes discapacitados, abrir un futuro a los miembros menos favorecidos y más jóvenes de la sociedad.
Uno de las citas más conocidas del famoso empresario y diseñador de joyas, cuyas creaciones son ya legendarias en la ceremonia de los Oscars, fue: "La gente va a mirar. Haz que merezca la pena".