Joyas

Una fiesta de abalorios

Los abalorios PYC de Vanessa Martín se pueden vestir como Chanel vestía a las mujeres con sus perfumes, con un caché incuestionable.

Abalorio. Una bella palabra. Objetos de adorno vistosos pero de poco valor. Cuentas o piezas taladradas que se ensartan con otras o se cosen sobre ciertas prendas como adorno. Vanessa Martín ha elevado al abalorio a la categoría de arte y, contemporánea, sabe ganarse la vida con su tienda/taller de la calle de la Ruda, en el pueblo madrileño de Villavociosa de Odón, y con su tienda en línea www.abaloriospyc.com.

Es un arte saber atinar en los nombres de los negocios, y casi siempre los más sencillos aciertan. Vanessa vende abalorios, sí, piezas que no se van de precio, pero más que vistosas, alegres, divertidas, elegantes y lucidas. Y acaba de lanzar nueva colección.

Entra en su local y es una fiesta de piezas y de colores. Anillos, pulseras, collares, colgantes, cadenas, cuentas, piezas de cristal de Murano, medallas… Muchas ya elaboradas y, junto a ellas, recipientes con cuentas, bases de anillos, cuero, hilos, cordones y todo lo necesario para que Vanessa, sobre la marcha, te haga a tu gusto la pieza que buscas o que deseas.

Podríamos decir que es un negocio de alta bisutería, calidad y una elaboración con cariño que te acerca más a cada pieza. Ella aporta su creatividad, pero te anima a improvisar y diseñar tú lo que quieres llevarte. Te da ideas, pero te invita a que las tengas tú, de modo que sales de allí con la sensación de haber acertado. Puedes incurrir en el exceso deliberado o transitar por la moderación, trabajarte un anillo vintage o fabricarte una pieza loca. Con los trabajos de Vanessa puedes vestirte, como Chanel vestía a las mujeres con sus perfumes, que a mí nunca me han gustado, pero que tienen caché incuestionable.

Y como Vanessa tiene arte y emoción en su trabajo, gusta de enseñar. Puedes apuntarte a sus talleres en los que imparte técnicas para trabajar el abalorio, y hay cursos para niños, que ya se sabe que tienen más imaginación que los adultos, y les entretiene en el arte de ensartar para el adorno, siempre más constructivo que el botellón, y quién sabe si provechoso en el futuro.

En Abalorios P Y C puedes disparar con puntería segura en los regalos, sorprender con piezas divertidas y diferentes y encontrar instantes mágicos con piezas inspiradas por ti mismo para alegrar la vista, que es lo que tienen los abalorios, que te adornan y muestran una parte de ti. Una tienda y una web para cultivar el acierto en el obsequio y el enjoye de uno mismo, que ayuda. Una diversión. Una joya, esta fiesta de abalorios. Yo me quedo con la algarabía de las calaveras.

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