Espectacular diamante amarillo, llamado Diamante Tiffany porque pertenece a la célebre firma joyera americana, fue encontrado en las minas Kimberley de Sudáfrica allá por 1877; se trata de un diamante de excepcional pureza con el que no dudó en hacerse Charle Lewis Tiffany; en bruto se trataba de una piedra de algo más de 287 quilates que, una vez pulida por el gemólogo George Frederick Kunz, se vieron reducidos a casi 129 quilates; el proceso de pulido fue lento y laborioso porque Kunz tardó en decidir la forma que daría a aquel magnífico diamante en bruto, finalmente optó por la talla cojín pero no en las 58 caras que suele tener ese corte de diamante tallado sino 82 para favorecer el reflejo de la luz y hacer que sea, si cabe, más deslumbrante.
Para completar la historia de esta piedra cabe contar que primero fue engarzada en una gargantilla y, ya en 2012, Tiffany optó por convertirlo en la pieza esencial de un collar largo que servía para celebrar por todo lo alto el 175 aniversario de la firma; se trata de una pieza casi de museo que puede verse habitualmente en la mítica tienda de Tiffany's de la Quinta Avenida (aquella frente a la que desayunaba Audrey Hepburn) o en alguna exclusiva exposición temporal de alta joyería.
¿E iluminando el pecho de alguna mujer? Son solo 4 las mujeres que han tenido el honor, el lujo y el placer de colgarse del cuello el Diamante Tiffany por excelencia: la celebrity Mary Whitehouse que lo lució en una gala benéfica en Rodhe Island en 1957; la bella entre las bellas, Audrey Hepburn, que lo lució en la presentación de la película Desayuno con Diamantes (y solo en la presentación... no en el rodaje del film por motivos de seguridad); ambas mujeres lucieron el Diamante Amarillo cuando estaba engarzado en una gargantilla; la tercera en discordia fue Lady Gaga, que lo lució en la gala de los Premios Oscar de 2019 ya como collar largo aunque para que encajara mejor con su vestido Tiffany acortó el collar; y llegamos a la cuarta mujer que ha podido colgarse el Diamante Tiffany: Beyoncé, que lo luce en esta campaña engarzado en el collar largo y a su espalda tal y como fue diseñado en 2012 o al pecho corto como lo llevó Lady Gaga.
¿Recuerdas cuántas veces hemos visto como se utiliza la presencia de la mujer para atraer la atención hacia un producto? Los expertos en marketing de coches lo tienen claro... Pues bien, en esta ocasión podríamos decir que es al revés, hoy el florero es él, el hombre, y uno un florero cualquiera: JAY-Z posa junto a su mujer, Beyoncé, enfundada en un espectacular vestido negro y con el Diamante Amarillo colgado de su cuello.
¿Y todo esto por qué? Porque así es como Tiffany presenta sus otoño enjoyado, con una campaña que viene recordarnos que el brillo de un diamante es el mejor modo de celebrar el amor y ¿qué mejor modo de hacerlo que luciendo un diamante de valor incalculable colgando del cuello de una mujer que posa junto a su 'amor eterno'?.
Valor incalculable, para empezar porque el valor real al final lo marca siempre el mercado y el diamante en cuestión no está en venta pero se estima que si lo estuviera superaría los 30 millones de dólares. Solo una curiosidad respecto a su posible precio: en noviembre de 1972 Tiffany puso en venta su Diamante Amarillo durante 24 horas, fue la única ocasión en la que estuvo en venta desde que el célebre joyero americano se hiciera con él cuando era un diamante en bruto. Nadie se interesó en comprarlo y en Tiffany cuentan que la razón fue su bajo precio... Pedían por el 5 millones de dólares.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5